𝕃̲𝕠̲𝕧̲𝕖̲ 𝕆̲𝕗̲ ℂ̲𝕒̲𝕟̲𝕕̲𝕪̲ ♡

•Solos.•

Eran las 4:00 de la tarde, el dulcero estaba en su trabajo haciendo lo de siempre. Mientras estaba trabajando, cerró por un momento los ojos, sin pensar en nada, estaba cansado, solo quería ir a casa, o ver a su pareja.

Streber: ¡Boo!

El vampiro grito.

Kevin: ¡Ah! ¡Dios!

Streber: *Riendo* ¡De verdad te asuste!

Kevin: No hagas eso, me asustaste mucho.

Streber: Aw, ¡vamos! No te pongas así, fue solo una broma.

Kevin: Tu broma casi me provoca un infarto.

Streber: Bien, ¿me perdonas?

Kevin: Tienes suerte.

Streber: *Riendo* ¿A sí? ¿Y por qué?

Kevin: Por que te amo.

Streber: Aww, eres muy dulce.

Kevin: Bueno, ¿por qué viniste? ¿Quieres algo?

Streber: ¿Acaso no puedo venir solo a verte y ya?

Kevin: Ya dime, ¿qué pasa?

Streber: Quería saber si podíamos ir al cine o a comer a algún lugar. ¿Tal vez mañana?

Kevin: Claro, ¿en el centro comercial de la otra vez?

Streber: Si, oí que pusieron una nueva película en cartelera, ¡se ve que esta muy buena! ¿Qué tal, a las 5:00?

Kevin: De acuerdo, nos vemos mañana entonces, adiós Streber.

Streber: ¡Adiós Kevin!

Diciendo esto, el vampiro le dejo un beso en la mejilla y se fue. Mientras que el dulcero se toco la mejilla con su mano derecha donde su pareja había dejado aquel beso y sonrío sonrojado.

1 día después...

Ya eran las 5:40, el dulcero ya estaba un poco tarde para su cita con su pareja, se ducho y cambió rápido agarró sus cosas y se fue de su apartamento. Después de varios minutos caminando al fin llego al lugar donde Streber y él se iban a ver. Después de unos poco minutos al fin vio a su pareja y fue directo hacía el, pero con cuidado, quería devolverle el susto que le dio ayer. Se acerco cuidadosamente para que no se diera se cuenta. En un movimiento rápido Kevin agarró a Streber por la cintura.

Kevin: ¡Boo!

Streber: ¡Ay Dios! ¡No hagas eso!

Kevin: No te quejes, me hiciste lo mismo ayer.

Streber: Pero ya me disculpe, ahora tú discúlpate.

Kevin: *Riendo* Enojón.

Streber: ¡Mira quién lo dice!

Kevin: ¿Me perdonas?

Streber: Hm, de acuerdo. ¡Ahora vamos, la película ya casi comienza!

Kevin: Ok, vamos.

Al decir esto, la pareja se apresuro a ir al cine, compraron unas bebidas y unas palomitas, después fueron a la sala de la película, después de unos minutos la película ya había comenzado. Como Kevin ya se imaginaba, la película era de terror.

Kevin: ¿Por qué te gustan tanto las películas de terror?

Streber: ¿Bromeas? ¡Son geniales! Me encanta sentir esa tensión, es genial.

Kevin: Das miedo.

Streber: ¿Tu crees?

Kevin: Sí, pero a la vez ternura por lo enano que estas.