Eran las ocho de la mañana, el vampiro estaba despertando tranquilamente, pero un terrible dolor de cabeza le hizo que comenzara el día muy mal.
- ¡Ay!
Gritó él, haciendo que el dulcero se despertara casi de inmediato.
- ¿¡Qué paso amor?!
Y de pronto toda la habitación se había quedado en silencio, el dulcero tapo su boca avergonzado por lo que había dicho y también ligeramente sonrojado. En cambio, su novio rió ligeramente y sonrió.
- ¿Amor? Hm, me agrada ese apodo.
- Mejor callaté y dime por que gritaste.
- ¡Au! Me esta doliendo mucho la cabeza.
Kevin pasó de estar sorprendido a tener un expresión de seriedad, debió haberlo imaginado.
- ¿No será por que bebiste, pequeño idiota?
Dijo en un tonó sarcastico.
- ¡Oye! ¡No me digas así! Espera, ¿como que bebi? No recuerdo nada.
- Radford te dio algo de ponche que tenía alcohol.
El vampiro trataba de recordar, pero de pronto unos recuerdos algo borrosos le vinieron a la mente, al instante se sonrojo y miro de arriba hacía abajo al dulcero, como si de un extraño se tratara. Se alivio de que este siguiera vestido.
- Voy a ir al baño, tengo unas pastillas para el dolor de cabeza.
Streber se levanto para dirigirse al baño. Kevin se quedó en la cama recostado.
- Uf, al menos no se dio cuenta de-
- ¡KEVIN!
Demasiado tarde. El dulcero fue al baño con miedo, al entrar al baño vio con mas claridad al vampiro, llevaba puesta una de las camisas del dulcero, y tenía mordidas que comenzaban de su cuello y terminaban en su hombro.
- ¿Me puedes explicar como carajos tengo esto?
El vampiro señalo hacía las notables mordidas que tenía y miraba al dulcero con enojo.
- Tu eres el que estaba ebrio.
- ¡Eso no tiene nada que ver!
Kevin rió suavemente ante las reacciones de su pareja y solo salio del baño a traerle un vaso de agua al vampiro.
Algunas horas después...
El dulcero estaba trabajando, como todos los días, hasta que llegó el pequeño murciélago.
- Hola Streber, ¿ya se te paso el enojo?
Kevin rio un poco y sonrio.
- Un poco, pero, quería preguntarte algo. ¿Tienes el día libre mañana, no es así?
- Si, ¿por qué preguntas?
- Escuché que hay un parque por aquí cerca, ¡oí que se puede acampar ahí! ¿Qué dices?
- ...Estas loco.
- ¡¿Por qué siempre me respondes lo mismo?!
- ¡Es broma, es broma!
El dulcero se rio por unos cuantos segundos mientras que el vampiro lo veía con una sonrisa casi oculta.
- Yo ire a comprar sacos de dormir y linternas y otras cosas.
- Bien, entonce yo comprare la casita de acampar y comida, y tus dulces preferidos.
- Aw, ¡gracias caramelo!
Streber se acercó al dulcero y dejó un beso en la mejilla de su novio.
Al día siguiente...
El vampiro se levanto mas motivado que nunca, sacudió al dulcero intentando despertarlo.
- ¡Kev, Kev! ¡Despierta!
- Agh, solo cinco minutos.
- Te voy a tirar de la cama.
- Intentalo.
Streber intento empujarlo de la cama, pero efectivamente no pudo, en cambio, Kevin lo tumbo casi de inmediato.
- Ahora si me duele a cabeza.
El dulcero rió ligeramente, bajo y dejo un beso en la cabeza del vampiro.
- Así esta mejor.
- Jeje, ven, vamos a cambiarnos.
Después de unos cuantos minutos, la pareja ya estaba lista, tomaron todo lo que tenían preparado para ese día, agarraron sus cosas, cerraron su casa y se fueron. Después de unos 30 minutos caminando los dos ya habían llegado, el lugar estaba lleno de personas, afortunadamente podían ir mas lejos y alejarse de todo el ruido que allí había. No se oía mas que el canto de los pajaros y el viento moviendo las ramas de los árboles, mientras que el dulcero prendia una fogata el vampiro luchaba por armar la casita para acampar.
- Ya pude prender esto. ¿Cómo vas Streber?
El dulcero se volteó y vio al vampiro enredado en la tela de aquella campaña.
- Am, ¿me ayudas?
Kevin rió un poco y fue para ayudar a su novio que estaba tratando de desenredarse. Después de unas cuantas horas, la pareja al fin había terminado, pero la noche ya los estaba alcanzando, así que el dulcero empezó a sacar todo lo que había traido para comer, sacó algunos bocadillos que había preparado y también malvaviscos. Después de que el y su novio terminaran de comer, el vampiro tomo un palillo y un malvavisco y lo puso al fuego, el dulcero lo siguió y también sacó unas galletas y chocolates. Streber, cuando termino de quemar su malvavisco lo puso en unas galleta y también con un trozo de chocolate.
- ¿Esta rico?
- ¡Mhm! Es muy dulce.
El dulcero sonrió, alegre de que su pareja estuviera feliz.
- Pero, ¿sabes que es mas dulce aún?
- ¿No?
- Tú bombón.
Dijo en un tono de coqueteo, haciendo que el que estaba en frente de el se tapara la cara por lo sonrojado que estaba, el vampiro se rió y siguió disfrutando de su postre. Después de media hora, los dos al fin habían terminado, y la luna ya los estaba acompañando, los dos estaban alrededor de la fogata, abrazandose.
- ¿Sabes? Hay veces que no puedo creer que te pude conocer, eres un tesoro Streber.
- Aw, y tu eres un caramelo para mis ojos Kevin, te amo.
- Jeje, ven, vamos a dormir.
Los dos fueron a su pequeña cabaña y se fueron a dormir.
2:00 de la mañana...
El dulcero se despertó, sentía que algo faltaba, predió una linterna y, estaba en lo cierto...
Streber no estaba...
⁓•🍭•⁓
Esta vez los dejare con suspenso jejeje.
En fin, perdón por no haber actualizado, es que ando de viaje y se me olvido mi compu waaaa. Pero, en fin, lo mas probable es que también me tarde con el siguiente capítulo, y también disculpenme por mis problemas de ortografía. Y, como siempre les digo...
✨Tengan la bondad de ser felices.✨ Aguantense hasta el siguiente.
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𝕃̲𝕠̲𝕧̲𝕖̲ 𝕆̲𝕗̲ ℂ̲𝕒̲𝕟̲𝕕̲𝕪̲ ♡
FanficKevin había llegado del trabajo, muy, muy cansado. Lo único que hizo fue tirarse a la cama. "Mañana de nuevo será otro día, otro día normal y corriente." Pensó, jamás se hubiera imaginado que cierto vampiro le hubiera dado todo un vuelco a su aburri...