Gris

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El 7 de septiembre de 2013 fue el día de mi doceavo cumpleaños.

Se había anunciado en las noticias un tifón, no podía pedir nada mejor como regalo. El sonido del viento y la lluvia incontrolables siempre me hicieron sentir como si fuese a suceder algo, era un sentimiento extraño que me inquietaba, pero igual no le daba suficiente importancia.

Me imaginé cómo se escucharía el aire del exterior mientras caminaba por los pasillos y veía los árboles revolotear a través de la ventana, de seguro el viento silbaba tan fuerte que sería difícil escuchar algo más, pero aquí, dentro del instituto No.6, no estaba permitido algo que perturbara el perfecto orden como lo era el ruido de afuera o el golpeteo del viento contra las ventanas, ya que hasta las esquinas de los vidrios estaban insonorizados y el ambiente climático dentro de los pasillos, salones, comedores y todo lo que rodeaba a la escuela era estrictamente controlado.

"Los que somos parte de No.6 podemos controlarlo todo, y si algo se niega a ser controlado, entonces no es perfecto"

La profesora había terminado la clase con esa frase, ensalzando la palabra "control".

Control y orden era la palabra perfecta que describía al prestigioso y autodenominado utópico instituto No.6, uno de los pocos planteles educativos más avanzados en cuanto a tecnología, método de estudio y elitismo que un ser humano podía llegar a aspirar.

Eras considerado rango élite si aprobabas el examen de selección que se te realizaba por única vez a los dos años. No había otra forma de pertenecer a No.6. Tu situación económica no influía en el proceso de selección, ya que si pasabas la prueba obtenías una beca del 100% para ingresar desde preescolar hasta la licenciatura o doctorado.

No.6 también tenía bajo su control a otras escuelas de menor categoría; un sistema capitalista en donde ella era la cúspide. Yo había sido elegido a pesar de que vengo de una familia promedio, en donde solo somos mi madre y yo, además que también tuve la oportunidad de ingresar a un curso especial, el cual acababa de comenzar hoy.

"Tengo que terminar el reporte, quizás mamá esté esperándome"

Una luz encegueció mis ojos por un segundo, tan luminoso que hizo que apartara mi vista de la ventana. Un rayo había caído cerca del edificio donde yo estaba.

No pude ver nada, las luces se apagaron y los sistemas de alarmas se desactivaron. El gran control había caído ante un evento de la naturaleza, un ataque directo hacia el gran control del que No.6 de pavoneaba.

Pude escuchar el viento contra mis oídos tal como lo había imaginado, y era simplemente fabuloso. Sentí mis mejillas extenderse. La continua tormenta eléctrica que se había desatado iluminaba mis ojos.

Corre... grita...

Mis piernas se comenzaron a mover y sentí mi respiración acelerarse, las palabras en mi cabeza se repetían incesantemente. No podía pensar en nada más y, ni siquiera hice caso al ver a aquel letrero en el que estaba escrito "no pasar". Subí las escaleras hacia arriba que llevaban a la azotea, sintiéndome eufórico y extasiado, tropezando al estar corriendo en una completa oscuridad.

Abrí la puerta, las gotas de agua fría pegaron en mi cara y el viento me envistió como si quisiera someterme.

Grité fuerte, expulsando todo el aire que mis pulmones guardaban hasta que mi garganta dolió. El aire siempre salía de mi boca en un suspiro diario sin ninguna razón aparente, pero ahora salía en un grito fuerte desde mi alma. Sonreí, no había razón para hacerlo, pero lo hice.

No.6 (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora