Encubierto

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Pasarón unos días y no había podido ver a Nezumi tanto como quería. De vez en cuando íbamos a su casa y yo ordenaba los libros como había prometido, era un trabajo que casi estaba terminado, pero la mayoría del tiempo Nezumi me dejaba solo y salía con la excusa de que tenía que trabajar, así que solo lo veía cuando llegaba y después me llevaba a mi casa. Tomé un descanso de mi trabajo de medio tiempo. Este sería el día donde descubriría más sobre él.

Ya que no sirve de nada preguntar, tengo que averiguarlo por mí mismo, así no tendrás ninguna queja, ¿cierto Nezumi?...

Esperé a Inukashi en una de las puertas traseras de la escuela.

Nosotros no éramos personas que llamaran mucho la atención ya que nuestra apariencia era normal, pero alguien con los sentidos agudizados como Nezumi nos descubriría si éramos demasiado obvios, así que Inukashi había conseguido un par de pelucas y unos lentes. Él se vistió con nuestro uniforme y se amarró el cabello, ocultándolo con una gorra. A mí me dio una peluca de color blanco nevado, diciendo que estaba de moda teñirse el cabello de ese color, también puso una especie de tatuaje en mi cara parecido a una serpiente que partía de mi mejilla y rodeaba mi cuello hasta terminar en mi muñeca y agregó unos lentes de contacto rosas, ocultando el tono marrón de mis ojos. Cuando me miré en el espejo ni yo mismo pude reconocerme, mi apariencia era bastante extraña.

"Eres un estudiante, este- ¿Cómo decirlo sin ofenderte? Bah, eres ordinario, así que no llamas la atención para nada. si te ponemos todo llamativo Nezumi nunca sospechará que ese eres tú. Lo sé, soy un genio"

Era la lógica de Inukashi.

—Hey —saludó, detrás de él había un perro café siguiéndolo.

—Estoy un poco nervioso —confesé mientras me acomodaba la peluca.

—Tranquilo, tú solo sígueme.

Era demasiado tarde para arrepentirse. Si ya había llegado hasta aquí tenía que seguir hasta el final, pero tenía miedo de ser descubierto y odiado por Nezumi. Nunca había hecho esto y en mi vida tampoco me imaginaba que alguna vez estaría en una situación así.

Inukashi me había explicado que había hecho algunas investigaciones respecto al horario de Nezumi: iba en el curso F, y yo iba en el curso A, por lo que nuestros horarios y salones eran diferentes. Su primera clase iniciaba a las ocho de la mañana, por lo que lo estuvimos esperando en la entrada de la escuela a esa hora. Como estaba previsto, Nezumi apareció, dejando su moto en el estacionamiento y caminando con las manos metidas en sus bolsillos, como cualquier estudiante normal.

Nezumi no usaba ningún tipo de celular para comunicarse ni distraerse, siempre estaba concentrado en lo que sucedía a su alrededor.

Salté un poco cuando vi a un grupo de chicas acercarse a él y saludarlo. Supuse que él las ignoraría y las trataría con indiferencia, pero cuando una de ellas se rio y tocó su hombro, no la apartó y en cambio le devolvió la sonrisa, una sonrisa encantadora que solo él podía hacer. Las demás chicas se sonrojaron, y yo no pude evitar hacer lo mismo.

—Que asco, todo un Don Juan dijo Inukashi a un lado mío mientras arrugaba la nariz.

Sentí como si algo se clavara en mi pecho, no sabía que nombre darle a ese sentimiento, pero me resultaba algo doloroso, así que aparté la mirada cuando Nezumi comenzó a caminar junto con ellas.

¿A Nezumi le gustaban las mujeres? Bueno, supongo que era normal estar interesado en ellas, pero nunca platicábamos sobre esas cosas. Él me molestaba frecuentemente con Safu, pero yo nunca le había preguntado directamente si a él le interesaba alguien ya que di por hecho de que no era así... no, más bien no quería saberlo, no quería escuchar su respuesta.

No.6 (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora