Eve

21 4 2
                                    

Cuando volví a abrir los ojos, el salón estaba oscuro, solo una lámpara de mesa iluminaba alguna esquina.

 El peso sobre mí había desaparecido y en su lugar solo había una manta cubriéndome. 

Levanté mi cuerpo aletargado, buscando el apagador cerca de la puerta, y cuando la luz se encendió de nuevo, pude ver que el lugar había sido ordenado; con un dulce aroma esparcido; la mesa estaba de nuevo en su lugar y ya no había ropa tirada en el suelo. 

Como ya era costumbre, Nezumi no estaba allí.

—Cuando será el día en que despierte y estés conmigo...

Murmuré para mí mismo soltando un gran suspiro. Cuando me acerqué a la mesa para apagar la lampara, vi una nota sobre ella.

"Shion, te espero en el salón ## a las 9 pm, lleva tu mejor vestido y toma tus vitaminas, no queremos que te desmayes en un evento importante. Espérame a un lado de la fuente. Cariño, no hagas caso a hombres malos que quieran robarte. —Nezumi."

Solté un bufido y guardé la nota en la camisa que volvía a abotonar. 

Tal vez resultara extraño para cualquier pareja que había hecho el amor por primera vez no despertar juntos, o no decirse palabras lindas después de haber tenido esa conexión, pero Nezumi era Nezumi, no podía imaginármelo siendo meloso. Era lindo como era, y de cierta forma yo tampoco sabía lidiar bien con el afecto; así que no me molestaba su sarcasmo o frialdad la mayoría de veces, ya que era algo que lo caracterizaba. Me bastaba con saber que yo le gustaba, y que su corazón ahora me pertenecía, o por lo menos parte de él. 

No podía ser ambicioso, ya que, si lo era, lo más seguro es que perdería. En un futuro quizá encontraría la forma de atraparlo por completo.

—Llegará el día en que no puedas respirar si yo no estoy cerca... solo tengo que esperar.

Revisé la hora y aún quedaba tiempo para regresar al hotel y alistarme, así que me apresuré a cambiarme. Salí del camerino. 

Ese cuarto era exclusivo de Nezumi, ya que el nombre "EVE" figuraba en la puerta, pero se me hizo raro que mientras estuvimos allí, no hubo ninguna distracción ni interrupción a pesar de que Nezumi había abandonado la obra una vez terminado su papel. No pude evitar pensar que todo este encuentro ya había sido planeado por él.

Cuando cerré la puerta detrás de mí, al voltear me topé de frente a un hombre grotescamente grande y calvo, vestido como seguridad del teatro, que me miraba desde arriba con una expresión áspera y penetrante.

—Fuiste el invitado del señor Eve, ¿cierto? —me preguntó con su voz terriblemente grave.

—Hum... si —contesté con algo de incomodidad, pensando que estaría en problemas por la apariencia de aquel tipo.

—La salida principal del teatro ya está cerrada, acompáñeme por aquí, saldrá por un lugar discreto.

El inmenso hombre comenzó a caminar y yo lo seguí dubitativo, guardando cierta distancia entre nosotros.

—¿Nezu... Eve le pidió que me sacara?

—Así es, el señor Eve me pidió como favor especial que nadie los molestara desde que llegaste, y que te guiara cuando salieras.

—Ya veo... muchas gracias—. Dejé de sentirme amenazado, y en su lugar sentí simpatía por aquel hombre.

—Por cierto... como te envidio, tener a Eve-san para ti solo... ay, pero me conformo con su sonrisa y el apretón de manos, también me dio su autógrafo, no me importa que él ya tenga hombre, siempre seré su admirador número uno.

No.6 (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora