Capitulo 23

349 63 79
                                    

Miró a su alrededor, frunciendo el ceño al no encontrar a su novio en el lugar donde debían reunirse; relamió sus labios, acercándose a una banca dispuesto a esperar por Minjae, ansioso por verlo luego de un día completo sin él.

No le agradaba demasiado la idea de que su novio estuviese haciendo trabajos que carecían de toda legalidad, pero comprendía también que ninguno podía aspirar a otra cosa con sus antecedentes.

Y aunque en ocasiones él se ofrecía también para buscar algo que les entregara dinero y para poder aportar también, Minjae jamás dejó de insistir que bastaba con que solo uno estuviese arriesgándose.

Alzó la vista al cielo, viendo la obscuridad volverse aplastante. Un suspiro dejó sus labios, esperando que los escasos momentos de tranquilidad que Minjae le entregaba a base de sacrificios, pudiese extenderse por mucho tiempo.

Juntos, las cosas no se veían tan decadentes.

Juntos, incluso en lo peor podía ver un poco de esperanza.

— ¿No es perfecta nuestra sincronía? Debo aprovechar que la fortuna está de mi lado hoy.

Se sobresaltó, queriendo levantarse de su lugar cuando vio al hombre caminar hacia él, mirando a su alrededor con desinterés antes de detenerse frente suyo; le sonrió en un intento por demostrar confianza, sin conseguirlo en absoluto.

Pete se mantuvo quieto, después de todo estaban rodeados de personas y era una estupidez temerle, incluso aunque en su cabeza se repitiera una y otra vez la voz de alerta por la presencia del tipo.

—Diría que mi mala suerte no acaba sólo por escapar de ese orfanato de mierda... —dijo con fastidio, rodando sus ojos cuando el hombre se sentó a su lado, demasiado cerca.

Se mantuvo en aparente tranquilidad, sin deseos de demostrarle a aquel sujeto lo mucho que odiaba tenerlo cerca.

Lo escuchó reír, reclinándose contra el respaldo de la banca. —Es una pena que creas eso, lastimas mi corazón en verdad.

—Qué desagradable... Bien, sigue perdiendo tu tiempo, imbécil. No tengo ganas de escucharte—. Se levantó de la banca, dando un par de pasos para alejarse de aquel hombre, tensándose al ver a los mismos dos tipos de aquella noche esperar contra un auto de lujo.

Tu novio está ocupado, ¿Sabes?

Se detuvo de golpe, girándose hacia el hombre. — ¿Qué?

Sonrió al captar su atención. —Tu novio. Minjae, ¿No? Debe seguir trabajando.

— ¡¿Por qué mierda sabes eso?!

—Ah, me emociona ver tu energía, bebé. Me pregunto si eres así en todo ámbito de tu vida...

El hombre se acercó, acariciando con el dorso de su mano su mejilla, sonriendo ampliamente cuando Pete quiso alejarse. El menor era incapaz de contener la molestia y eso sólo terminaba por aumentar su interés.

— ¿Dónde está Minjae? —preguntó molesto, sintiéndose abrumado por la forma en que aquel hombre lo observó, más temeroso y preocupado por la ausencia de su novio—. ¡Responde, maldito imbécil!

—La verdad no lo sé, tampoco me interesa... —respondió como si aquello fuese algo obvio—, Dios, eres perfecto en verdad... Me fascinas—rió, divertido ante su actitud—, pero quizá quieras que lo busquemos juntos; me encantaría poder disfrutar de tu compañía por un momento más.

Untouchable - VegaspeteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora