Capitulo 35

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—Tenemos que hablar— dijo con frialdad apenas la puerta se abrió; entró al apartamento con familiaridad apenas Kim le permitió el paso.

—Te ves mucho mejor cuando no estás molesta, cariño. Quizá necesitas relajarte; puedo ayudarte con eso, ¿Sabes? Siempre estoy dispuesto para consolarte, Nancy.

—No es momento para tus juegos... Te lo dije por teléfono, terminó conmigo... Cortó nuestra relación...

Suspiró, masajeando el puente de su nariz por unos segundos al escucharla —Nancy, hablamos de eso. Sabías que Vegas no iba a estar feliz por nuestros encuentros... Sabías a qué te arriesgabas, ninguno estuvo obligado a continuar.

—Y si se tratase de nosotros, reconocería mis malditos errores e intentaría conseguir su perdón... Si sólo fuera porque me involucré contigo, las cosas serían mucho más fáciles, pero no tiene algo que ver con que lo hayamos engañado.

—Si no se trata de nosotros, ¿Qué haces acá entonces? —dijo con fastidio.

Mordió su labio con fuerza, sus manos se empuñaron sobre su regazo y sus ojos parecieron brillar en aquella súplica silenciosa

—Kim... —respiró profundo, buscando fuerza para continuar hablando—, ese chico está enfermándolo... Ese lugar va a terminar destruyéndolo y no quiero verlo en el piso otra vez. No quiero ver cómo Vegas pierde aquel juego y arriesga todo... Yo realmente lo amo.

—Olvídalo, no puedo hacer algo más por ti.

Su ceño se frunció al escuchar a Kim, sin poder contener la carcajada que resonó en la sala del apartamento. — ¿No puedes?

—Lo lamento —respondió con calma, cuidando cada una de sus palabras—, no puedo meterme en lo que decidió. Si se está follando o no a ese chico, es lo suficientemente inteligente como para comprender las consecuencias.

—De eso se trata todo esto... De esta mierda estuviste hablando desde el principio, ¿No?

—Nancy, vuelve a casa de una vez. No hay algo más que podamos hacer.

—Dios... —rio con incredulidad al comprender—, estás usándolo, ¿Verdad?

—Nancy, basta.

— ¡Sabías que iba a terminar involucrándose cuando recomendaste a Vegas con ese enfermo! —gritó con molestia, la cual sólo aumentó al ver el fastidio en Kim—, creí que eras su maldito amigo...

Sonrió con amargura, sintiéndose tan tenso por la situación, que se vio dificultado en encontrar las palabras precisas. —Lo soy. Y por eso le advertí antes... Pero Vegas decidió.

—Van a matarlo... Ese chico está rompiéndolo... Las drogas son una cosa, pero esto está totalmente fuera de límite.

—Él decidió. Así que tienes sólo una puta opción y es apartarte.

No sigas lastimándote a ti por algo que no está en nuestras manos.

Caminando hacia la puerta para largarse de una vez, decepcionada por completo de aquella conversación con Kim. Se detuvo antes de abrir, riendo con burla cuando Kim la siguió, observándolo con frialdad ahora.

— ¿Qué mierda es tan gracioso? No te creía una mujer rencorosa, cariño... Deja que siga saciando su curiosidad con aquel chico, al final nadie pierde.

— ¿No es divertido? —dijo sin dejar de sonreír, acercándose. Sus manos acariciaron el pecho de Kim, alisando con calma un par de arrugas en su camisa—, repites que él decidió. Intentas que vea consuelo en tus palabras y tratas de desmarcarte de las acciones de Vegas...

Untouchable - VegaspeteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora