A veces me sentía vacía, cómo si me faltará algo más en mi vida, y si, me faltaba mi madre.
Mi madre murió cuando apenas era una niña. Nunca decidí hablar del tema con mi padre, ya que a veces lo veía solitario, sumido en sus pensamientos.
Cuando crecí me acostumbre a estar solos. Padre e hija. Sin nadie más.Me preguntaba si alguna vez vería a mi padre sonreír, cómo lo hacía en mis recuerdos.
¿Habría alguna persona que lo hiciera reír aparte de mi madre?. ¿Encontraría a alguien a quien amar de nuevo?.
Pero desde luego que todavía esa persona no llegaba a nuestras vidas.Al cumplir 16 mi padre me llevó de viaje a la cuidad de Jeju. Un lugar al cual estaba acostumbrada a ir de pequeña.
Estuvimos muchos días y allí mi padre conoció a una mujer. Linda, esbelta, sencilla, buena persona.Al volver a Gimcheon, estuvieron juntos, por varios meses. Salíamos a comer por las noches y en el día pasaban tiempo a solas. Pero después de una propuesta de trabajo ella se fue a Seúl. Dejando a mi padre solitario, nuevamente.
Y luego de un año conoció a su compañera nueva de trabajo. Ji won. Una mujer la cual no conocía pero siempre mencionaba en las cenas o los almuerzos que pasaban juntos. Además sonreía mientras contaba anécdotas que tenían en su trabajo. A Danielle le alegraba que su padre, luego de años sonriera de nuevo. Tenía que conocer a esa mujer. Quería conocerla.
Su padre había invitado a Ji won a comer esa noche. Danielle se había vestido sencilla, y estaba preparando la mesa, mientras Andrew (su padre) cocinaba.
A las 22:00 pm llegó la mujer, pero no venía sola, estaba acompañada por una jóven, de la misma edad que Danielle. Lo cual la tomo por sorpresa, ya que su padre nunca había mencionada que tenía una hija.
-Querida Danielle, un placer conocerte, soy Ji won.- extendió su mano a la chica. Ella la aceptó.
-Un gusto conocerte.-
-Ella es Haerin- la mencionaba miraba a Danielle embobada, no podía formular una sola palabra.- mi hija.-
-Un gusto conocerte Haerin, soy Danielle.- extendió la mano a la chica de ojos gatunos.
-Emm si, hola.- se le notaba que todavía no lograba salir del trance en el que había estado.Todos se sentaron a comer. Disfrutaron mientras Ji won y su padre contaban sucesos de los tiempos en el que ellos vivían. La cena estaba siendo increíble. La mejor que su padre había tenido en todo este tiempo. Lo veía feliz, acompañado, y además reía, mientras miraba a la mujer. En sus ojos se veía lo mucho que la quería y Danielle lo sabía.
Cuando terminaron la cena Ji won y su hija se despidieron y Danielle ayudo a su padre a limpiar la casa.
Después de terminar cada uno fue a su habitación a dormir, era muy tarde y su padre tendría que despertarse temprano. Además ella debía ir al colegio.Al acostarse en su cama se dió cuenta que la había pasado muy bien y que quería ver de nuevo a esa chica. Haerin. Tenía algo que le había llamado la atención, y por más que no hubieran entablado una conversación a solas, la chica despertó una curiosidad en la pelinegra.
Todavía sentía sus risas y las miradas que le daba en la cena. Esos ojos gatunos la habían atrapado de tal manera que no lograba sacarse la mirada de sus pensamientos.Pero sabía que estaba mal enamorarse de Haerin. Porque su padre estaba enamorado de Ji won. La madre de la chica.
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Una noche estrellada
RomanceDanielle, una chica que lo único que tiene es a su padre. Pero llega Ji won. La madre de Haerin. La chica de la cual está enamorada... Su futura hermanastra... ¿Podrán estar juntas cómo quieren sin que sus padres se den cuenta?.