Capitulo 9

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~Cuando era más pequeña no tenía demasiados amigos porque siempre me hacían de lado.
Hasta que en primaria conseguí hacer una amiga muy especial.
Se llamaba Jenny. Y era de Australia, cómo yo.
Cuando terminaban las clases nos juntabamos en los recesos y compartíamos nuestras comidas.

Muchos de nuestros compañeros pensaban que nos gustabamos por el simple hecho de que siempre estábamos juntas.
Pero no estaban del todo equivocados.
Cuando Jenny tuvo su primer novio me puse muy celosa y decidí no hablarle más.
No sabía porque sentía esa incomodidad en el estómago pero siempre me pasaba cuando los veía.
Cuando le pregunté a mi padre él respondió que eran celos.
Le mentí diciendo que me pasaba eso cuando miraba al chico para que no pensará que los celos eran a causa de mi amiga.
Y cuando escuché que para él estaba enamorada mi cuerpo se quedó paralizado.
Nunca había sentido ese sentimiento por una chica y ahora que escuchaba a mi padre sentía que todo me daba vueltas. Cómo si lo que dijera fuera horrible.
Era imposible que Jenny me gustará, no solo porque era una chica sino porque éramos amigas. Mejores amigas.

Y dos años después los padres de Jenny decidieron volver a Australia. Cosa que me partió el corazón. Y cuando menos lo pensé le confesé mis sentimientos, unos días antes de que fuera.

Pero ella no sentía lo mismo que yo. No porque no le gustarán las chicas, era porque yo estaba enamorada de ella.

Así fue cuando por primera vez sabía lo que se sentía tener el corazón roto.
Y además de todo eso descubrí que me gustaban las chicas.~

(Pequeño recuerdo de Danielle)

A la mañana me desperté con una mano de Hanni en los ojos.
La hice a un costado y me pare.
Vi a mis amigas y a Haerin.
Estaban durmiendo profundamente.

En un momento pensé que debía levantarlas pero estaban tan dormidas que no lo hice.

Baje las escaleras hasta ir al comedor y me pedí un latte con unas galletas.

Después salí al jardín de afuera y me quedé viendo cómo jugaban unos chicos.

Cuando desvíe la mirada para ver un chica sentada debajo de un árbol me di cuenta que la conocía de algún lado. ¿Por qué se me hacía tan conocida?.

-¡Danielle!.-minji me interrumpió y saque la vista de la chica para ver a mi amiga.- Me deberías haber despertado, yo también quería un latte.
-Perdón, las ví tan dormidas que no las quise despertar. Anoche todas estábamos muertas.
-Si, por eso necesitaba un café. En fin, ¿a quien mirabas tanto?.
-A esa chica.- la señale pero al darme vuelta ya no estaba.- Bueno, debajo de ese árbol había una chica. Y no se de donde pero me sonaba muy conocida.
-Quizas la hayas visto en una de las clases extras.
-Si, puede ser. Y... ¿solo tú despertaste?.
-Si, solo yo. ¿Me esperas aquí?, iré a ver si consigo un latte.
-Claro.

Minji se alejó y me dejó sola de nuevo.
Cuando volvió tenía su latte en sus manos y formaba una gran sonrisa.

Miramos a los chicos un rato más y nos fuimos a mi habitación.
Despertamos a las chicas y yo me dí una ducha.
Al salir encontré a Haerin y no ví a las demás.

-¿Se fueron?.
-Si, se fueron a comprar recuerdos. ¿Quieres que vayamos a comprar algo para nuestros padres?.
-Si, sería buena idea.

Salimos en busca de algunos locales y cuando no vimos a nadie del colegio nos agarramos las manos.
Pasamos por dos locales distintos y nos llevamos unos llaveros pero después vimos unas macetas de plantas y también las comparamos.
Todo lo que veíamos era hermoso.

Cuando comenzó a desaparecer el sol caminamos de vuelta a nuestra habitación.

Al llegar nos acostamos en nuestras camas y ví a Haerin mientras sus ojos se cerraban. Unos minutos después ya estaba durmiendo.
Me quedé viendo el techo mientras pensaba en la chica que había visto antes debajo del árbol.
Sabía que la había visto en alguna parte.
Esos ojos color almendra me sonaban conocidos.
Todo de ella me resultaba conocido. Pero seguía sin descifrar de dónde.

Con tantos pensamientos me quedé dormida sin darme cuenta.

Una noche estrellada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora