4.7.1. Fundamentos de la imposición

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Para acostumbrarte a cómo funciona la imposición, es mejor empezar con algo más simple que la forma de tu tulpa. Imagina que hay una canica en tu mano. Cualquier objeto pequeño y simple funciona, pero para este ejercicio voy a usar una canica. No uses tu espacio mental, imagina esta canica en tu mano en el mundo real.

Primero, enfócate en cómo se siente. Si quieres, puedes cerrar tus ojos para que el hecho de que aún no la hayas impuesto visualmente no te distraiga. Mueve físicamente tu mano mientras haces esto. Siente el frío del vidrio sobre tu palma. Entonces, tómala con dos dedos. Apriétala un poco y siente la presión. Gírala en tus dedos, tírala al aire, atrápala y siéntela golpear tu mano al caer. Pícala con tu uña y siente las dos superficies duras chocar. En este punto probablemente aún se sentirá más bien como imaginación ordinaria que como algo físico, pero este es el primer paso. Sigue haciendo estas cosas y cualquier otra que se te ocurra por varios minutos y puede que progresivamente empiece a sentirse más y más real. Si tienes problemas, prueba a tomar una canica de verdad primero para tener fresco en la memoria el cómo debería sentirse.

Ahora, presta atención al sonido. Déjala caer en una mesa y oye el sonido al rebotar un par de veces. Hazla rodar y escucha el cristal contra la mesa al moverse. Suéltala en una superficie blanda y oye el sonido apagado.

Finalmente, el aspecto visual. Piensa en una idea aproximada de cómo quieres que se vea. Puede ser la copia de una de verdad si quieres. Mira atentamente a la canica en tu mano mientras esperas que se haga progresivamente más y más vívida. Mira a través del cristal y observa cómo se distorsiona la luz. Mira el remolino de colores que hay dentro, la sombra semitransparente que crea. Atrápala entre tus dedos y gírala. Ponla en un área con sombre y mira cómo ésta obscurece los colores. Ponla frente una ventana y mira la luz atravesarla. De nuevo, mira a una canica de verdad si tienes problemas con este paso.

Para todos estos ejercicios, ayuda mucho asumir que vas a oír/ver/sentir las cosas de manera automática en lugar de tener que traer o crear las sensaciones a propósito cada vez.

Repite estos ejercicios con objetos de diferentes tamaños, formas, texturas y pesos. Por ejemplo: Una pelota de espuma, una pelota de goma, una pelota de acero pesada, un cubo de madera, plumas, pelaje, escamas, agua, arena, etc. Escala hacia formas más avanzadas con partes diferentes. Por ejemplo, un cuarzo con diferentes puntas y formas complejas.

Puedes practicar imposición fácilmente mientras haces cosas en tu día a día. Mira a objetos aleatorios en tu escuela o trabajo e imagina cómo se sentirían en tu mano, y cómo se verían si los tomases y rotases. Integra la imposición en tus actividades del día a día para mejorar de manera más rápida.

Yo sugiero imponer un objeto de sitios que usualmente estén cerca, como tu escritorio, mesita de noche, mesa, etc. Intenta mantenerlo ahí y asegúrate de que siempre va a estar ahí. Digamos que impones un cristal en tu escritorio. Al inicio necesitarás enfocarte en él para darte cuenta de que está ahí. Conforme trabajas o usas Internet, tomate un momento para mirarlo de vez en cuando para afirmar el hecho de que el cristal sigue ahí. Contra más a menudo hagas esto, mejor. Si tienes problemas recordando pensar en ello, pon un objeto físico que te recuerde al objeto impuesto cerca de ese lugar. Con el paso del tiempo se volverá más y más permanente y estable y es posible que empieces a verlo por el rabillo del ojo cuando ni siquiera lo estabas mirando. Se volverá una parte regular de tu escritorio, justo como cualquier otro objeto o decoración. Puedes llevar esto a otro nivel al imponer algo que esté siempre contigo – por ejemplo, un brazalete en tu muñeca, o incluso una nueva extensión a tu cuerpo, como cola o alas.

Puede que te preguntes "¿En qué punto esto deja de ser imaginación y empieza a ser imposición?" La respuesta es que no hay una clara línea divisoria entre las dos cosas, porque son los extremos opuestos del mismo espectro. Gradualmente verás una transición de verse como tu imaginación ordinaria a verse más indistinguible de objetos físicos. Aquí hay algunos indicadores de que estás consiguiendo imponer cosas:

Empiezas a notar en ocasiones los objetos impuestos cuando no estás pensando en ellos ni tratando de verlos. Ocasionalmente su presencia te sorprende.

Empiezan a volverse menos transparentes y más opacos. Tu mente prioriza más el objeto que lo físico que hay detrás suyo, por lo que tu percepción de lo que hay tras el objeto empieza a ser ignorado. Se verá menos "fantasmal" y más sólido, aunque probablemente al inicio no del todo sólido.

Al mirar por encima un objeto impuesto, por un segundo lo confundes con un objeto físico. Esto es más probable que suceda si no parece fuera de lugar, por ejemplo, un libro impuesto al lado de libros reales.

Guía para la creación y desarrollo de tulpas [TRADUCCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora