Cuidado con lo que deseas [COMPLETA]

CAPÍTULO 6

Capítulo 6: Asesinato

Mi papá me estaba abrazando.

La policía entraba y salía del hotel. Reporteros. Mirones. Familiares.

La muerte de un vampyr por asesinato era algoq eu no se veía todos los días.

─Hey, toma un poco de agua ─dijo Sienna amablemente extendiéndome un vaso.

Asentí con una leve sonrisa y bebí. Joder, necesitaba un puto respiro.

Vi a uno de los uniformados acercarse a nosotros.

─Debemos hacerles unas preguntas ─dijo─, a ambos.
Pontianak estaba a un lado, quieto y muy serio.

─Pueden usar mi estudio ─dijo Ekimmu que se encontraba allí también acompañado de Bibi, que se veía muy consternada.

─Síganme ─dijo el policía. Y no tuvimos más remedio que seguirlo.

Nak caminó a mi lado sin decir una palabra. No estaba asustado, eso era obvio. Quizá cuántos años tenía, en su vida seguramente había visto muchas de esas escenas.

En cambio yo...

Temblaba. Pero al menos temblaba menos que cuando habíamos encontrado el cuerpo.

Al principio no había gritado, ni siquiera había respirado. Sólo había mirado.

Pero luego, algo en mi cerebro hizo clic y mi cuerpo reaccionó. Primero grité. Ay Dios, si que grité.

Aunque más bien fue un chillido.

Pero ese chillido bastó para que otras de las empleadas me oyeran y corrieran hacia la habitación y comenzaran a gritar a su vez cuando vieron al vampyr.

─Mierda ─oí a Pontianak quejarse.

La sangre manaba casi lentamente del cuerpo. El corazón del vampyr había sido arrancado sin piedad. Y apostaba a que el cuerpo todavía estaba fresco. En términos vampyr, claro.

Sentí como el piso comenzaba a moverse, y los temblores me atacaron sin previo aviso. Estuve a un paso de caer de golpe al suelo pero unas firmes manos me sostuvieron.

Levanté la mirada y vi sus ojos rojos.

Nak.

El camino hacia el estudio de Ekimmu pareció eterno, y cuando llegamos, noté que otros dos agentes entraban con nosotros.

─Por favor tomen asiento ─indicó el oficial.

Así lo hicimos, como en cámara lenta, en un silencio sepulcral.

Sin querer rocé mi mano con la Pontianak, que me dirigió una mirada dura al darse cuenta.

─Lo que hoy ocurrió en el Hotel es increíblemente inusual y sospechoso, y dado que ustedes dos encontraron el cadáver, entenderán el porqué de esta reunión.