Capítulo 2: "Un examen que rendir"
Desperté por el sonido de la alarma. Abrí los ojos de golpe, encontrándome desnuda encima de la cama, temblando de frío.
¿Qué mierda había pasado?
Tenía un leve recuerdo de oscuridad, y luego imágenes extrañas mezcladas con los ojos de un vampyr.
Me levanté sintiendo la cabeza pesada, y fui hacia el espejo de la habitación.
Lancé un grito aterrador.
Todo mi cuerpo estaba medio amoratado, sobretodo mis piernas, mis brazos.
En mi cuello había marcas de mordidas, ya casi tenues.
"Entonces no fue un sueño", pensé.
Joder, había estado encamandome con un vampyr. Un vampyr que ni siquiera conocía.
—Nayla, ¿que pasó? Te oí gritar —escuché a Penny entrar a la habitación, y corrí al baño a encerrarme.
Ella definitivamente no debía verme así.
—No pasa nada —respondí nerviosa—, estaba poniendo a prueba la gritoterapia. Ya sabes, gritar para sacar la frustración.
Temí que no me creyera. Penny era bastante intuitiva.
—Okay. Baja pronto a desayunar, debes comer antes de irte a la universidad.
—¡Claro! ¡Bajo enseguida! —grité aliviada de haberla despistado.
En el baño me observé mejor, con la luz más blanca en el espejo del lavamanos.
Tenía ojeras, y mi rostro estaba pálido. Era obvio que había perdido bastante sangre.
Las marcas de sus manos habían quedado en mi piel blanca. Evoqué su fuerza y me estremecí.
Había sido la noche más increíble de mi vida, y aunque ni siquiera sabía el nombre de aquel vampyr, sabía que lo recordaría para siempre.
Una experiencia así definitivamente era difícil de repetir y difícil de olvidar.
Me duché rápidamente, tratando de secar un poco mi cabello rojo alborotado, y de cubrir al menos un poco con maquillaje las marcas de los brazos.
Era verano, ya casi no usaba ropa larga, así que debía optar por cubrir esas marcas o tarde o temprano me descubrirían. O creerían que me había atacado algún delincuente.
Opté por una blusa roja y unos jeans rectos. Debía tapar las marcas de mi cuello, así que me puse un pañuelo atado para disimular.
Cuando bajé, Penny ya tenía servido el desayuno. Era ama de casa de medio tiempo. Por la mañana estaba en casa y se dedicaba a cocinar, y por la tarde asistía a dar clases de yoga y pilates.
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Cuidado con lo que deseas [COMPLETA]
VampirosESTA NOVELA ES UN BORRADOR. Cuando Nayla le rezó a su Diosa la noche anterior a su examen final deseando aprobar, jamás imaginó que su plegaria llegaría a través de su ventana de forma misteriosa, portando unos profundos ojos rojos que la dejarían d...