Capítulo 5: El Black Hotel
—Tienes suerte de que haya dejado que Ekimmu te contratara —dijo mirándome fijamente.
—Y tu tienes suerte de que tu hermano sea importante o definitivamente ya te habría golpeado en la cara, maldito arrogante —ataqué.
Él estuvo a punto de decir algo más, pero la figura de Bibi apareció desde el ascensor.
—Buenos días —saludó con una leve sonrisa—. Veo que ya se conocen.
No dije nada, me sentía bastante irritada con Pontianak allí.
—Me alegra que ya te calzaras el uniforme, Nayla —siguió ella—. Tu trabajo será de recepcionista por la mañana, y después de almuerzo tendrás que hacer los servicios al cuarto. Pontianak te ayudará si necesitas algo. Es su castigo.
Enarqué una ceja. ¿Pontianak castigado? Eso sí que era vergonzoso, y más si eres un vampyr de quizá cuántos años.
—A las 13:00hrs es la hora de almorzar, solo ve a la cocina y ahí te servirán los empleados. El turno termina a las 17:00hrs, después de eso ya podrás irte.
Asentí obediente. Eran bastantes horas de trabajo, pero por lo menos era algo aliviado.
—Bueno, tengo cosas que hacer y… —me miró y luego miró a Pontianak—, nada, los dejo para que se terminen de conocer.
—Gracias, Bibi —dije son una sonrisa.
Ella me guiñó el ojo y salió caminando como una modelo en sus tacones de 20cm.
No dije nada y volví a mi puesto como recepcionista. Aún era temprano, así que aún no había mucha gente que atender.
Pontianak se puso a mi lado sentado en un banquillo, con su mirada traviesa.—Estoy seguro de que aceptaste el trabajo porque yo estaba aquí —declaró.
—En tus sueños. Necesito tener mi propio dinero, no coquetear con un vampyr viejito.
—Eso no era lo que decías hace unas noches atrás —insistió.
Iba a decir algo pero fui interrumpida.
—¡Nayla! No esperaba verte tan pronto —Valag sonrió y apoyó su cuerpo en el mostrador—. Y menos en compañía tan desagradable.
Pontianak rodó los ojos, haciendo caso omiso al comentario.
—¿Has pensado en mi propuesta de estudiar juntos Biología? —se mordió el labio inferior. Dios, este vampyr si que quería coquetear.
—Lo consideré —dije apoyando ambos manos en el mostrador, inclinándome hacia delante—, pero por esta vez paso.
—Es una lástima —solo dijo.
Sonreí victoriosa. Era guapo, no iba a negarlo, pero también era un canalla seductor y no iba a dejarlo ganar.
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Cuidado con lo que deseas [COMPLETA]
VampiroESTA NOVELA ES UN BORRADOR. Cuando Nayla le rezó a su Diosa la noche anterior a su examen final deseando aprobar, jamás imaginó que su plegaria llegaría a través de su ventana de forma misteriosa, portando unos profundos ojos rojos que la dejarían d...