Pov NamjoonJugué con los anillos en mis dedos, no lograba concentrarme, no lo hacía desde que ella vino a mi.
Mucho menos ahora.
Reí al recordar lo que sentía. ¿Será apropiado decirle que su cerco cedió?
De alguna forma siento que violo su privacidad. Pero por otro lado, es lindo.
Es lindo saber como se siente hacia mi persona. Siempre fue tímida y pensé que debía esforzarme en hacerla amarme. Pero al saber que al menos su corazón se acelera, que reprime sus ganas de hablar cantando en su mente y que le gusto, eso aviva mis esperanzas.
Aun así no puedo convertirla aun, no hasta saber que está segura de eso, cuando le pregunté sobre que creía de la inmortalidad su pensar no quedó claro para mi, al menos no en ese momento.
Ahora que sabía podía llegar a interesarse, estoy mas esperanzado.
Se que debería mantenerla a salvo mientras continúa siendo humana, pero quiero salir con ella. Mostrarle el mundo del que se ha perdido por encontrase en peligro desde que nació.
Miré la hora en mi reloj, eran pasadas las 1 pm, debería dormir. Ahora que está aquí me he adaptado al horario diurno, es incómodo pero ella lo vale.
Me puse de pie y recordé que mi reserva de sangre en mi cuarto se había terminado. Me encaminé a la cocina para buscar algunas y alimentarme al despertar.
Noté a esa maraña de pelo rebuscar en el refrigerador apenas entré, parecía no poder mantenerse en pie.
-Lluvia- quise asegurarme, podía oler ¿alcohol?
-¡Ohh Sexy Namjoon!- mierda
Está se irguió se acercó a mi hasta anclarse peligrosamente a mi cuello, luego deslizó sus manos por mi pecho, de arriba a abajo. Y por último volvió a mi cuello.
-¿Bebiste?- asintió entre risas.
-Bebí... me gusta
-¿Beber?
-Eso también... lo mucho haré. Que rico- aspiró mi olor -¿Le cuento un secreto?- dijo por lo bajo. Y se acercó tanto a mi boca que la creí besarme.
La creí y luego la certeza vino a mi y golpeó mi cara. Sus labios tomaron los míos con tantas ganas que no me vi capaz de apartarla.
No podía ser verdad esto. Sus manos me apretaban a ella, sus labios me reclamaban y sus jadeos por aire mi hicieron desear sentirla.
Acabé por sentarla sobre la encimera y separarme de ella muy a mi pesar. -Hey, debes dormir- negó e intentó volver a besarme, giré mi rostro pero esta besó mi cuello, una y otra vez.
-Quiero tener sexo, contigo
-Me tuteas ahora- traté de bromear para alejar de mi esos pensamientos que ahora me atormentaban.
-Señor... bésame- se pegó mas a mi -Sentí muy bien cuando me besó- esto está mal.
No puedo tener este tipo de cercanía con ella, no hasta después de convertirla. De que ella deseé ser convertida.
-Te llevaré arriba para que duermas- miré sus ojos y noté lo que haría, no podía.
¿Como mierda había pasado esto?
Como, luego de tantos años de evitarlo.
Moriría sin ella.La tomé en brazos y esta continuaba besando mi cuello y mandíbula, moviéndose sobre mi.
Estaba mal, estaba mal pero aun así correspondí a uno de sus besos en la escalera, un beso deseoso y desesperado que me dejó flotando en deseo, deseo por ella.
Me sentí aun peor, se sentía tan correcto pero no podía.
Apresuré el paso hasta el cuarto de SeokJin y toqué la puerta con desespero.
Este salió llevando solo una toalla envuelta en su cadera.
-Necesito ayuda
-Eso lo noto- lo noté aspirar.
-Baja su deseo sexual por favor- alzó una ceja. -Nulo, que sea nulo.
-Namjoon, conviértela y no te tortures así- negué
-No lo haré, no sin su consentimiento
-Aun así has manipulado toda su vida, ¿que cosa es peor?
-SeokJin, no tendré esta conversación contigo. Hazlo por favor- asintió
Este la hizo mirarlo y bajó su deseo sexual.
-Gracias
-Sabes que no es permanente, mañana regresará
-Lo se, por eso necesito que lo repitas cada día- lo noté reír con sorna. Esta había caído en la inconsciencia.
-Namjoon- negué
-No lo haré. Quiero que lo elija y lo sabes.
-Ni siquiera tu te lo crees. Dices desear dejarla elegir pero ambos sabemos que si se niega la convencerás.
-Precisamente eso hago. Gracias- salí en dirección a su cuarto.
Al llegar estaba totalmente rendida, sus labios rojos aún y me reprendí por haberla besado con tantas ganas. Pero no se me podía culpar, hace 20 años la esperaba. Al fin la tenía conmigo.
Salí de la habitación con la cabeza hecha un lío, con mis emociones aún peor y con mi cuerpo ardiendo por ella. Sería aún mas difícil contenerme, será imposible no verla y pensarla como estábamos justo hace unos minutos.
Regresé a mi cuarto y no podía dormir, mi mente no me lo permitiría. Eso lo tengo claro. No le diré sobre su cerco, si lo hago no podré saber lo que hará, tampoco SeokJin podrá usar su poder con ella.
Si su cerco hubiese estado en ella la habría perdido. No había manera en lograr convertirla luego de eso.
Debía apurarlo todo.
Cuando la sentí hice planes. Sobre todo, ahora parecía que no contaba con el tiempo suficiente para llevarlos a cabo.
Mi teléfono se iluminó en un mensaje.
Era papá, avisaba que la casa que pedí para todos estaba lista. Suspiré con incomodidad.
Debía ir con Jungkook para cercarla, debía permanecer oculta ante cualquiera. La había mandado a construir en una isla desierta que prometía darnos algo mas de tranquilidad para que las chicas lograran recrearse más allá del jardín de SeokJin.
Espero que les guste, recuerdo que amaban el castillo en las isla virgenes, pero nos es imposible ir allá. No después de lo que pasó.
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Deliberado
FanfictionEs hermosa, justo como la sentí. Talentosa, sabia, ágil. Debo cumplir con mi palabra y cuidar de ella, es mi deber como su pareja. Séptimo Libro de la Saga Paranormal Primer Libro: Gritó Lobo Segundo Libro: En Las Sombras Tercer Libro: Probar Cuart...