Capítulo 23

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-¿Entonces el se mudará o tu lo harás?- preguntó sentada sobre mi cama.

-No lo sé- fui sincera. -Dijo algo como que su padre era algo conservador y que se metería en problemas si lo sabía.

-¿Lo que hizo?- asentí -Se lo merece

-Aún así, el ha sido muy bueno conmigo y a pesar de que fue con intenciones ocultas no quiero...

-Lo entiendo- asintió -Al menos no tienes que ir a cenar con ellos- ambas reímos. -Que bueno está su hermano

-Cállate. Si Jungkook...

-Ahh, tengo ojos y el está ahí, son para mirar. Lo que no entiendo es porqué te pidió dormir juntos.

-Por el poder de su padre, tiene el control del subconsciente, en los sueños. Según me explicó este tiene la posibilidad de sentir lo que pasa, también la telequinesis. Su hermano  neutraliza el primero de ellos, pero no del todo.

-Ah, el poder de Soo Hyun es neutralizar el de los demás- asentí. -Tu suegro debe de ser un vejestorio, imagina su edad.

-Aún así es muy guapo- admití

-Lo es, pero sin duda te sacaste el premio mayor. Namjoon es muy atractivo- asentí no logrando hacer más. -Recuerdo cuando lo vi por primera vez, vino a ayudarme, a explicarme sobre lo que me había pasado, mi conversión. Se que fue malo eso que hizo y no le quito la responsabilidad, pero quiero que tengas en consideración lo mucho que te ama.- asentí. -Con SeokJin el amor vino luego de la unión y si te soy sincera no estoy segura de sentirlo en realidad. O de que el lo sienta- dijo con tristeza. -Pero ustedes crearon un amor muy lindo antes de que todo pasara. Es decir, le permitiste convertirte, eso es algo que a mi no se me permitió.

Guardé silencio, no podía decirle que en efecto a mi tampoco se me dió la opción. Pues había pasado por ella usar su poder contra mí, agradezco que no lo recuerde pero aún así no puedo sincerarme del todo con mi amiga. Podría revivir el momento, o aún peor.

-Jess se fue- pronunció Jenny apenas apareció en mi cuarto. Hana vino poco después.

-¿Donde?

-Creo que fue con su madre, está muy molesta con Hoseok, está como loco buscándola. Namjoon trata de calmarlo, después de todo lo necesitan para proteger a Hana y al bebé.- la señaló, Marie se excusó y fue con SeokJin.

-Las cosas nunca habían estado peores.- fijo Marie antes de irse y Jenny y yo nos miramos con algo de pesar, la verdad es que si.

-Le diré a Jungkook que la traiga nuevamente.- me miró -Ya casi es hora de dormir ¿que harás?

-Dormir con él, ¿que más podría?- sonrió

-Bien, esto es para ti- me tendió una bolsa. -Es tu pijama de hoy- la abrí.

-Esto no es un pijama.

-Si es- ambas sonrieron a lo grande. -Hazlo sufrir. Pónsela dura hasta mañana.

-Lluvia, preciosa. No lo pienses tanto, hazlo.- alentó Hana, lo tomé entre mis manos y lo aprecié. Hana parecía feliz con la idea.

Era un pequeño pijama negro, con encajes y una abertura en la pierna, de tirantes.

-Entra a bañarte y cuando lo haga el sales del baño con el puesto, luego te duermes como si nada.

-Bien, creo que puedo hacerlo.

-Recuerda no mirarlo a los ojos- negué

-No se porqué, pero sus poderes no funcionan conmigo. Creo que el cerco que hice aún perdura, solo funciona el de Jenny- la señalé -Y es por la conexión que hice con ella.

-¿Y Marie? Es decir, se supone que su poder no debía hacerte efecto, pero aún así aquel día...- me regaló una mirada de disculpa.

-Aún no lo sé si soy sincera- lamenté -Pero planeo saberlo cuando la instruya.

-¿Aún sigues con eso?

-Lo hago, es una bruja. Debe honrar su ascendencia,  también tener como proteger a los suyos.

Estas se despidieron poco después y luego de verme sola en mi cuarto me metí a bañar, esperé un largo rato pero no lo escuchaba subir, estaba algo molesta por mentirme así, pero mentiría si dijera que no espero que se acerque a mi para dormir. Lo extraño, mucho.

Decidí ir al sótano, en este estaba uno de los libros de mi madre abierto, no lo toqué, quizás Jungkook leía algo antes de ir a la cama.

Me dirigí al estante donde yacían los libros que fueron obsequiados por el, habían varios de las hadas, también sobre Ninfas.

Decidí abrir uno sobre las últimas, hablaba de como su sangre llevaba al límite de la obsesión a los vampíros, de cómo hacía al más sensato cometer cualquier locura.

Habla del proceso de coronación en una reina. Habla del cambio de color en sus runas, pasando del blanco característico en cada ninfa a un verde en el caso de las terrestres y un azul con las acuáticas.

Cuando el sueño vino a mí decidí subir, iba envuelta en una sabana gruesa que alejaba el frío de mí, la habitación aún estaba en penumbras así que encendí la luz del baño para tener algo de tranquilidad.

-Llegaste- no esperé escuchar esa dulce pero aún así ronca e imponente voz tras de mi, se había acercado lo suficiente como para hacerme creer que me tocaba. -Lo siento, perdóname por favor.

-¿Porqué pide perdón exactamente? ¿Por manipularme? ¿Mentirme? ¿O solo es otra artimaña?

-¿Que quieres decir con eso?- me había girado y lo encaraba detallando su rostro.

-Que creo que quiere mi perdón por las razones incorrectas. Que en este preciso momento dudo de si en verdad lo que siente por mi es verídico. O solo se deja guiar por su destino.

-No digas estupideces, se lo que quiero. Te quiero conmigo.- reí con algo de tristeza.

-La respuesta correcta sería te quiero a ti.

-¡¿A que mierda viene todo esto?!- gritó perdiendo los estribos.

-A que encontré esto al día siguiente de lo que pasó- le tendí la carta. -Y ahora acabo de leer uno de los libros que tiene sobre su especie, la amaba. No me mienta, no quiero ser su reemplazo.

-¡No eres ningún puto reemplazo Lluvia!, si sentía amor por ella- suspiró con molestia y luego lo ví romperse. -La amo, ella... era mi hija.- dijo roto. -Era mi bebé. Solo quería despedirme de mi pequeña.- sus ojos lagrimeaban y en segundos comenzó a llorar. -Ella no sabía, murió y no sabía que era su padre.







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DeliberadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora