Capítulo 17

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Abrí la puerta encontrándolo tras esta, llevaba unos pantalones cortos y camiseta cual daba esa vista vacacionista. Yo llevaba un vestido azul de tirantes y unas sandalias.

-Feliz cumpleaños, estás hermosa.- me tendió unas hermosas flores azules que mi padre me regalaba cada año, aun conservaba algunas ya secas en mi libro de anotaciones.

-Gracias- mi bochorno se hizo presente.

-Vamos, desayunarás fuera- asentí

Las chicas habían venido más temprano y luego de felicitarme me preparé, se habían marchado poco antes.

El enorme recibidor por el que pasamos no dejaba ver la sala o cocina, por lo que no sabía si los demás estaban ahí.

Caminábamos a la par, pero mi cabeza se mantenía gacha en espera que de no note como me siento hacia el, debe serle incomodo que una mujer tan inmadura reaccione a el de esa manera.

Subimos a un puerto de madera que nos conducía a un bote, la brisa refrescaba con ganas y mi vestido deseaba levantarse. Acabé por tomar asiento para de esa forma lograr evitar que mi ropa interior sea mostrada.

-Pareces algo perdida- el bote había comenzado a andar.

-Es que...

-Es el primero sin el- asentí -Lo lamento

-Descuide, las flores me recordaron a él. Pero es lindo tenerlo presente el día de hoy.

-¿Como eran tus cumpleaños?

-Pastel- reí -Siempre se las ingeniaba para preparar uno, me regalaba una poción y luego me mostraba como hacerla. Flores, cada año las mismas flores, pero siempre me decía "Te enviaron esto", no tenía sentido- volví a reír y una lágrima se hizo presente -Solo él sabía de mi existencia. Pero agradecía eso, era lindo. Gracias por comprarlas para mi.- tenía un revoltijo en mi corazón y mi cabeza en este momento.

-De hecho...- este apagó el motor y acabamos en medio del mar -Yo las enviaba. Para ti- se acercó a mi

-¿Por qué? Es decir, ¿por mi padre?

-Por ti, yo... es deci...- carraspeó -Nosotros, tu y yo.. estábamos destinados.  A conocernos.

-Cree en el destino entonces

-Lo hago, como no podría si mi don se basa en el.

-Quisiera preguntarle algo, pero no quiero irrespetarlo.

-Puedes hacerlo.

-¿Irrespetarlo?- lo vi reír

-¿Estás nerviosa?

-Lo estoy, mucho

-Lo lamento, no debí acercarme tanto, supongo que mis colmillos pueden intimidar.

-No lo hacen, es lindo. Usted- ahh, lo dije. Alguien máteme ahora. Lo vi reír

-¿Tipo un vejestorio lindo o un hombre lindo?

-Tipo un hombre lindo que me llevará a desayunar como regalo de cumpleaños.- lo vi reír con mas ganas, encendió el bote y lo hizo andar con mi sonrojo acompañándonos.

Llegamos a un lindo lugar, estaba junto al mar y el olor era exquisito,

-Lamento no poder acompañarte- dijo apenas pedí, me hacía ilusión todo esto. Era como una cita.

-Descuide, supongo que no venden nada de su gusto- bromeé -¿No le es difícil esa vida?

-¿La de ser vampíro?- asentí -No, nací siendo uno así que no podría extrañar algo que no tuve. Pero sí, supongo que una vida tranquila con una mujer a la que ame, hijos. Sería lindo.- mi plato llegó pero tenía más interés en la conversación. Me miró fijamente -Querías preguntarme algo antes.

-¿Se ha enamorado alguna vez?

-Si, llevo las últimas dos décadas enamorado de la misma mujer- su mirada estaba sobre mi, como un llamado para mirarlo también.

Su teléfono resonó por todo el lugar y este desvió su vista para responder. De alguna manera me sentí tentada a preguntar su nombre, por ella.

Me sentí triste, Jenny dijo que le gustaba, Marie que podía sentir algo, pero ¿y si no era suficiente?

Comí mi desayuno no pudiendo hacer más y tragué lo que el nudo en mi garganta permitió.

Jenny, por favor.

-¿Que pasa pequeña?- mis ojos amenazaban con lagrimear. Esta había aparecido frente a ambos. -Namjoon, creo que es mejor si hacemos esto las chicas, Hoseok puede cuidarnos.- esta tendió su mano y el mayor lo entendió, le entregó la tarjeta.

-Nos vemos mas tarde- dijo en mi dirección y no pude hacer mas que asentir a el.

-¿Que pasó?- negué -Algo pasó Lluvia.

-Solo extraño a papá

-Lo siento pequeña. ¿Quieres ir a casa?- apenas decía aquello Hoseok apareció frente a nosotras -Por lo que veo no confía en que pueda cuidar de ella.

-Sigues siendo humana Jenny, no deberías tentar a tu suerte.- esta puso los ojos en blanco.

-¿Quieres ir a la casa?- asentí -Vamos, nos quedaremos en mi cuarto.- esta sacó la lengua al castaño y aparecimos dentro de la casa nuevamente.

Su cuarto era hermoso y amplio, hermosa decoración, pero parecía algo más pequeña que la mía lo que no tenía sentido al ocupar esta una pareja.

-¿Que te hizo sentir así?- me miraba -No te leo

-Era la idea- esta negó

-Pequeña traviesa- negó para si misma. -¿Porque rechazar una cita con tu hombre de ojos rojos y venir aquí?

-Solo... la costumbre supongo.

-Vamos a arreglar ese humor ¿quieres?- asentí -Junkookie tiene licor del bueno aquí. Lo descubrí esta mañana.- esta sacó dos vasos y una botella.

-No me quiero embriagar, aprendí mi lección con la resaca- negó

-No nos embriagaremos, solo vamos a ponernos en ambiente.- asentí -Iré por botanas.

Desapareció del lugar y me dediqué a abrir la botella y llenar los vasos.

-Traje de todo, pero no te llenes mucho, en unas horas comenzará la fiesta. ¿Pasa algo?

-Siento extraño- negué. -Descuida, deben ser cosas mías.








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DeliberadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora