Capítulo 4

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La carretera estaba únicamente alumbrada por las luces de la cuidad que ya dejaban lejos. Por las ventanillas bajadas ya entraba la brisa marina y se escuchaban las olas del mar. Secondhand serenade sonaba en la radio. Jimin iba a cambiar de emisora, cuando Jungkook le dio un pequeño golpe en la mano, Jimin sabía que en lo que respectaba a la música a Jungkook no había que discutirle. Aparcó en la entrada de la playa, apagó el motor y se apoyó con los brazos cruzados sobre el volante.

—Me encanta el mar —dijo mientras respiraba profundamente el aire con toques de sal.

Jungkook sonrió y acercó sus labios a la oreja de Jimin.

—A mí me encantas tú —le susurró al oído.

Jimin levantó una ceja y se le enganchó la sonrisa. Sintió como las manos de Jungkook le agarraban de la camisa y le empujaban hacia él. Los labios de Jimin se dirigían a los de Jungkook, estaba a un centímetro de ellos, cuando Jungkook se apartó repentinamente. Jimin miró a Jungkook dubitativo, y éste con una boba sonrisa en la cara. Odiaba que le hiciera eso. Volvió a acercar su cara a la de él, y a punto de besarse de nuevo, Jungkook volvió a apartarse. Los jueguecitos tontos que se traía le irritaban, pero le excitaban al mismo tiempo y Jungkook lo sabía. Pero Jimin no estaba para juegos, agarró fuertemente el cuello de la camisa de Jungkook, y con la otra mano su nuca, y le besó apasionadamente. Jungkook le agarró de la cintura y tiró de Jimin hacia él.

—Espera, espera —dijo Jimin de pronto.

—¿Qué pasa? —preguntó sin dejar de besarle. Jimin le apartó ligeramente para que parara.

—Que me estoy clavando la puta palanca de cambios —se quejó.

—¿Y te gusta? —preguntó Jungkook riendo. Jimin le golpeó.

—¿Eres tonto? —le espetó de malas maneras y acto seguido empujó a Jungkook al asiento trasero.

Se tumbó sobre él y le empezóa besar por todo el cuerpo. Primero los labios, luego pasó a las orejas, el cuello y los brazos. Jimin entrelazó sus manos con las de Jungkook, agarró su dedo índice y se lo acercó a la boca. La respiración de Jungkook aumentó el ritmo cuando lo sintió en los labios de Jimin. Se detuvo en el cuello de su camisa, le desabrochó los botones y la deslizó por su cuerpo para quitársela. Estaban casi a oscuras, pero Jungkook ya conocía a la perfección el cuerpo de Jimin. Deslizó sus dedos por toda su piel hasta llegar a la cremallera del pantalón. Ya sentía su excitación cuando introdujo la mano bajo la ropa. Escuchaba a Jimin suspirar. De repente Jimin tumbó a Jungkook y se colocó encima, le agarró ambas muñecas y las colocó sobre su cabeza dejándole inmóvil. Bajó los pantalones y la ropa interior de Jungkook y le acarició. Jimin apoyó su cuerpo sobre Jungkook y pudo sentir el cálido aliento de éste en su oreja.

—No dejes que esta sea la última vez —le susurró Jungkook repentinamente. Jimin se detuvo y le miró a los ojos. Al principio no sabía a qué se refería, pero al mirarle lo supo, su mirada lo decía todo.

—No lo haré —dijo y le besó delicadamente. Jungkook sonrió y se colocó bajo Jimin.

Cuando se vistió cogió uno de sus cigarros y salió fuera. Se apoyó en el capó del coche y lo encendió, tomó una larga calada y soltó el humo lentamente. Aquel rincón estaba tan solitario que era perfecto para buscar la intimidad que tanto necesitaban. Solían ir allí cada noche, ponían la radio y pasaban las horas hablando y acariciándose. Jimin salió del coche aún medio vestido y se sentó junto a Jungkook.

—Me has roto la camisa —dijo Jimin mirando el agujero que había en ella al haber tirado demasiado fuerte de uno de los botones.

Jungkook la observó sin darle mucha importancia.

enemies to lovers II [Jm + Jk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora