Capítulo 18.5

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Jungkook abrió sus ojos al escuchar el terrible estruendo que creaban los miembros de su hermandad. Sí ¿Quién lo diría? Jeon Jungkook en una hermandad. Sintió el asco por toda su piel cuando se levantó de la cama. Su cuarto daba al jardín, donde varios de los tipos de KAE estaban pasándose un estúpido balón y creando alboroto. Jungkook abrió la ventana con fuerza, ladeó sus ojos y volvió a tirarse tapándose con la almohada. Pero, ¿Qué hacía en un sitio como aquel? Se preguntó. Ah si. Conseguir un contrato para su grupo. Sus amigos deberían hacerle una estatua honorífica por aguantar aquello. Ya no podría dormir. Era increíble, dormir era de las cosas que más le gustaba en el universo, pero últimamente era incapaz de conciliar el sueño. Sin embargo, no se debía a los ruidosos bravucones miembros de KAE, sino a Park Jimin. Desde que habían terminado, no lograba conciliar el sueño. Solo recordar que tenía que seguir viendo su cara en Downton sintió ganas de vomitar. Cogió sus cosas y se dirigió al baño a ducharse. Tenían un total cuatro baños para los veintiocho tíos que eran allí, por lo que al despertarse más pronto de lo normal para él, los encontró ocupados. Resopló, antes de tomar su ropa y dirigirse hasta los pabellones de las habitaciones. Fue con todo el sigilo que pudo cuando llegó a los pasillos. La habitación de Jimin estaba al fondo, y lo que menos quería era encontrarse con él. La última vez que hablaron los dos terminaron acostándose tras un examen, por lo que menos deseaba era encontrarse y recordarle a sí mismo que perdía tanto la cabeza por él que había olvidado que estaba empezando algo con Soojin. No tan serio como a ella le gustaba pero desde luego lo suficiente como para no acostarse con la estrella del equipo de la universidad. 

Llamó a la puerta de la habitación de Hoseok.

— ¿Si?

Jungkook abrió la puerta antes de contestar. La cama de Hoseok estaba deshecha, pero él ya estaba de pie y vistiéndose.

— Soy yo — respondió Jungkook.

La sonrisa de Hoseok apareció repleta de felicidad.

— Buenos días — saludó antes de extrañarse por la presencia del castaño a esas horas de la mañana. — ¿Qué haces despierto tan temprano?

Jungkook encogió sus hombros y dejó su ropa limpia, excepto su ropa interior, en el escritorio de su amigo.

— Ya sabes, los cachas de mi hermandad no duermen tanto como me gustaría.

— Creí que a ti no te despertaba nada.

— Últimamente tengo el sueño ligero — se limitó a decir Jungkook.

Su amigo le miró con una pequeña sonrisa, antes de ponerse una sudadera del equipo de la universidad.

— Ya. ¿Y quieres dormir aquí? — preguntó Hoseok, pensando que lo que quería Jungkook era que le dejara aquellas horas descansar en su habitación.

Jungkook negó con la cabeza.

— No, solo quería dejar mi ropa aquí — contestó Jungkook antes de comenzar a quitarse la camiseta, haciendo que Hoseok se perdiera momentáneamente en los hombros, pecho y abdominales de Jungkook.

Apreció sus tatuajes y pudo enumerar en su mente las cosas que quería hacer y que le hiciera aquel cuerpo. — Voy a ducharme.

Hoseok elevó la vista al escucharle y ver como se colocaba una toalla al hombro y tomaba su bolsa. Jungkook se giró hacia la puerta.

— ¿Te da miedo ducharte con tus hermanos? Lo peor que podría pasar es que conquistaras a otro, ¿no?

La mano de Jungkook se frenó en el picaporte. Sabía por donde iba a aquella indirecta. No debió contarle a Hoseok que se había vuelto a acostar con Jimin.

enemies to lovers II [Jm + Jk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora