Capítulo 23

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Comenzaban a verse las primeras luces del amanecerpor la ventana, habían pasado toda la noche despiertos, entre las sábanas, hablando, besándose, riendo, acariciándose... Jimin dejó a Jungkook dormir un rato, se le veía cansado después del largo día que había pasado en el rectorado, y yendo de un lado a otro por el campus. Pero Jimin permaneció despierto. No podía dormir después de todo lo que había pasado en menos de veinticuatro horas. Se quedó tumbado junto a Jungkook, mirando cómo dormía a su lado. Le acariciaba el pelo levemente para no despertarle.

—Odio que te quedes mirándome mientras duermo—dijo de repente Jungkook con la voz adormilada, sin tan siquiera abrir los ojos. Jimin sonrió.

—Es que hacía mucho que no te tenía así en la cama...—contestó medio riendo, Jungkook abrió los ojos por fin y alzó la vista hacia Jimin—. Además, no es mi culpa que siempre me despierte primero y tú seas una marmota. Algo tendré que hacer hasta que te levantes.

Jungkook se rió y comenzó a incorporarse en la cama.

—¿Qué hora es?—preguntó frotándose los ojos.

—¿Importa?—repuso Jimin enarcando una ceja.

—No—contestó sonriendo y volviendo a tumbarse sobre el rubio.

Le besó mientras cogía la sábana para cubrirse con ella. Jimin le pasaba la mano por la espalda suavemente, mientras se dejaba besar por Jungkook. Pasó de su espalda hacia su pecho y se deslizó hacia abajo. Cuando Jungkook sintió que su mano le agarraba, emitió un leve gemido. Mientras el rubio aceleraba el ritmo, Jungkook tuvo que dejar de besarle para poder respirar y Jimin le sonrió con malicia. Al escuchar su respiración entrecortada quiso acelerar más, pero Jungkook le detuvo, le agarró ambas muñecas y se las colocó sobre la cabeza. Pasó su lengua desde el nacimiento de su cuello hasta sus labios, haciendo que notara de nuevo la bola que tenía en la lengua. Jimin suspiró.

—¿Te crees muy guay desde que tienes ese estúpido agujero en la lengua?

—inquirió.

Jungkook le miró divertido.

—No te hagas el duro, si sé que te encanta—le susurró al oído mientras sonreía.

—Ya te dije que no—respondió con la piel erizada por el cálido aliento de Jungkook en su oreja, y éste se incorporó.

—¿Ah sí?—preguntó con una ceja levantada—. Ya lo veremos.

Jimin le miraba con curiosidad, sin saber a qué se refería con aquello, pero cuando le vio inclinarse, y bajar por su vientre, lo supo. Tragó saliva justo antes de que Jungkook se llenara la boca. Miraba a su chico con la respiración entrecortada, sentía cómo apretaba su pendiente contra él, haciéndolo muy sensible al tacto. El moreno jugaba con el pendiente y lamía en círculos mientras con sus manos acariciaba ligeramente. Jimin apretaba con fuerza los dientes, pero cuando sintió que se iba, su boca se abrió ligeramente.

—Jungkook...—dijo en un suspiro, sentía que no podía más—. Para, para... Pero Jungkook no se detuvo, por lo que Jimin recostó la cabeza y se dejó ir. Gimió débilmente y después solo escuchó su respiración acelerada empezando a relajarse. En ese momento Jungkook se incorporó sonriendo, limpiándose con la lengua la comisura del labio.

—¿Y ahora qué?—preguntó divertido acercándose a los labios de Jimin, que le miraba satisfecho—. Venga, dilo.

—Me encanta tu piercing—contestó sonriendo levemente. 

Jungkook sonrió triunfante.

—Date la vuelta —le ordenó Jimin.

Jungkook hizo lo que dijo y volvió a sentir a Jimin, besándole la nuca y la espalda. Notó cómo los dedos del rubio se deslizaban entre sus nalgas, lo que le hizo morder la almohada. Jimin fue despacio, por si el tiempo había hecho mella en el cuerpo de Jungkook. Éste comenzó a sollozar de gusto, y Jimin no pudo evitar llevar su otra mano hacia sí mismo, ver a Jungkook así era demasiado excitante como para quedarse quieto. Siguió removiendo sus dedos, sacando a Jungkook más sonidos, pero cuando creyó que estaba preparado, los apartó. El castaño miró hacia atrás para poder ver cómo Jimin se preparaba tras él y le tomaba de la cintura. Se inclinó hacia delante y Jimin le atrajo hasta que la espalda del castaño topó con su pecho, y la punta le penetraba lentamente. Ambos apretaron sus párpados cuando estuvo completamente dentro. Jungkook dejó escapar todo el aire de sus pulmones preparándose para lo que venía y Jimin le dejó un casto beso en la espalda, antes de comenzar con el vaivén. Se mordía el labio en cada embestida y Jungkook se agarraba con fuerza a las sábanas. Jimin tenía los labios pegados a la nuca del castaño, mordiéndole y besándole. Al verse cerca, el rubio llevó su mano hasta Jungkook, y ayudarlo a llegar. Cuando el rubio también lo hizo, soltó un gemido saciado y se dejó caer en la cama. Suspiró acalorado, se pasó la mano por la frente antes de girarse hacia Jungkook, que estaba recostado junto a él. Jungkook inconscientemente pasó su mano por la espalda del castaño, que se movía siguiendo el ritmo aun acelerado de su respiración, y llegó hasta la cicatriz que llevaba sus iniciales.

enemies to lovers II [Jm + Jk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora