Capítulo 15

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Todo era diferente desde que estaba en aquella estúpida hermandad. Detestaba a sus nuevos compañeros, eran de lo más idiota que había conocido.Niños mimados de familias acomodadas que solo pensaban en divertirse a costa de los demás. Lo peor de todo es que no había nadie que les bajara los humos, excepto él, que no pensaba seguirles el rollo a aquellos idiotas por nada del mundo. Cuando llegó allí ninguno le miró como si fuera un enchufado, que era lo que más odiaba Jungkook de todo aquello, porque allí todos estaban por el dinero de sus padres, familiares o algún amigo de la familia. Simplemente le veían como a uno más y estuvieron encantados de abrirle las puertas, pero Jungkook no quiso la simpatía de nadie. No quería participar en ninguna de sus tontas novatadas, fiestas o quedadas para ver partidos o cenar fuera. Solo estaba allí por una razón, y desde luego no para hacerse amigo de aquellos tipos, por lo que acabaron por ver a Jungkook como un chico de lo más extraño.Siempre le veían acompañado de su guitarra, sus amigos, un empollón y el mariposón del equipo de fútbol, y por la que todos tomaban como su chica, Seo Soojin, la ex novia de Lee Dohyun. Todos sabían ya que Lee detestaba al nuevo miembro de la hermandad por la relación que tenía con su ex novia. Ninguno quería tomar partido en aquella disputa, Dohyun era un cabrón y no era conveniente estar en su lista de enemigos, y Soojin era la hija de uno de los hombres más influyentes de la universidad, por lo que cuanto más lejos estuvieran de las discusiones de esos dos, mejor. Durante aquellos dos meses, los miembros de KAE fueron testigos de una verdadera batalla. Dohyun no paraba de decir que le reservaba una buena a Jeon, pero que ese no era motivo para dejar buscarle las cosquillas, por lo que una tarde él y sus compinches escondieron el colchón de Jungkook, y éste contraatacó sacando todas las cosas de la habitación de Dohyun, exceptuando únicamente el colchón. Encontraron dos días después sus cosas en el tejado, nadie supo cómo había conseguido subir todo hasta allí. Y así ocurría semana tras semana; se llenaban las sábanas de barro,echaban su ropa a la piscina del campus... Jungkook hubiera disfrutado de todo aquello si no fuera porque Dohyun era una persona completamente nula para él, que ni hacerle putadas le divertía. Sin embargo, para Dohyun, Jeon Jungkook iba ocupando mayor importancia en sus pensamientos, unos pensamientos llenos de rabia y celos, cada vez que le veía con Soojin. Lo peor de todo era darse inevitablemente cuenta de que era ella la que iba tras él, y no al revés. Eso le ponía aún más enfermo. Puede que fueran las clases lo más positivo que encontraba Jungkook en aquellos días. Semana tras semana se volvían más interesantes. B.J y Hoseok ya estaban hartos de escuchar a Jungkook contar con entusiasmo lo que había hecho en clase. Se llevaba la guitarra siempre, y con sus compañeros hacía divertidas melodías. Aunque los demás eran músicos más clásicos, se divertían con Jungkook y él con ellos, incluso se encaprichó con que Anul, un estudiante hindú, le enseñara a tocar su sitar. Sin embargo, la clase de Junghwa le seguía trayendo de cabeza, ya que ésta le había cogido una manía tremenda y siempre la tomaba con él. Aunque fuera mucho más pequeña y menos confortable, Jungkook extrañaba inmensamente su antigua habitación. Cierto era que siempre había disfrutado de la soledad, pero aquello era demasiado. Echaba de menos a su compañero Hoseok, se había amoldado a vivir con otra persona en una habitación, y ahora, cuando estaba en KAE, no hablaba con nadie, a no ser que se trasladara a su antiguo pabellón, el cual no quería pisar por nada en el mundo, solo por no encontrarse con él. Suficientemente doloroso era encontrárselo en clase, ya rodeado nuevamente de un montón de gente, muy diferente a la que se rodeaba él. Ambos se habían convertido ya en el núcleo de primer curso, pero siempre de lados contrarios. Jungkook no sabía cómo podían ser tan dispares e iguales al mismo tiempo, imanes muy fuertes, cuyos polos opuestos se atraían. Solo coincidían en clase de Historia, pero aun así, le daba la sensación de que siempre le tocaba aquella asignatura. Jimin siempre se sentaba con Mike y sus nuevos amigos delante, mientras que él estaba detrás. Jungkook solía distraerse en clase pensando o escribiendo nuevas canciones, pero desde que no estaba con Jimin lo único que hacía era dirigirle miradas disimuladas. No porque Jimin pudiera girarse y verle, porque nunca lo hacía, sino porque odiaba reconocerse que lo estaba pasando realmente mal y que le echaba muchísimo de menos. Muchas veces pensó en ir a hablar con él, pero se recordaba a sí mismo que no había cambiado y que seguía siendo el mismo Park Jimin de siempre. Debía ser fuerte y mantenerse lejos de él o acabaría por estar más enamorado de lo que ya estaba de la persona que más detestaba en el mundo. Pero era tan difícil, todo le recordaba a él, hasta las peleas con Lee. No podía evitar que le vinieran a la mente los recuerdos de sus disputas con Jimin en el instituto, que en el fondo disfrutaba tontamente. Cuanto menos se lo cruzara mejor. Y así pensaba también Jimin. No iba a mirarle, ni mencionarle, ni tan siquiera permitirse pensar en él. Ambos habían tomado una decisión, estarían mejor separados, aunque eso significara pasar los días y las noches sin nada que les sacara una sonrisa. Jimin supuso que centrarse en el fútbol le distraería de todo aquello. Aquellas semanas entrenó más que ninguno, Dohyun no conseguía superarle y la frustración que sentía era más que evidente. Al llegar el primer partido de la temporada, el entrenador Kidman anunció que Jimin sería el quarterback titular. Todos le felicitaron y parecían realmente contentos con el cambio, ya que al fin y al cabo era mucho más fácil tener a Jimin como capitán que a Dohyun. El campus estaba lleno de posters con su cara y todos le daban ánimos en su estreno como quarterback para los Warriors. Se sentía seguro de sí mismo, no quería que los nervios se apoderaran de él, pero eso no pasó. El partido fue una victoria aplastante. Todo lo que veía en cuanto pitaron el final del partido era perfecto; Dohyun enfurruñado en el banquillo, el entrenador sonriéndole con aprobación, sus compañeros levantándole, y el público gritando como loco. Pero aun así le faltaba algo para que ese momento fuera completamente perfecto. Miró hacia las gradas con la esperanza de encontrar una cara, sin embargo allí no había ni rastro de él. Sus notas eran buenas, muy por encima de la media. Salía con sus nuevos amigos, a cenar, a jugar a los bolos, al centro comercial, pero cuando más disfrutaba era en los ratos que estaba con Hoseok, el único de todo el campus que era amigo de ambos, ya que B.J seguía sin dirigirle la palabra. Pensó en trasladarse a la habitación de Hoseok, pero dormir en la antigua cama de Jungkook le volvería aún más loco. En alguna conversación conseguía que Hoseok nombrara fugazmente a Jungkook, y así saber algo de él, pero nunca le preguntaba directamente. Varias veces pensó en hacerlo, pero inmediatamente lo borraba de su cabeza. Aquel treinta y uno de octubre quiso preguntarle si Jungkook iría a la fiesta de Halloween de KAE, pero supuso que sí, acudiría todo el campus. No pudo evitar que se le vinieran a la mente recuerdos del pasado Halloween, el cual pasó con él, con sus más y sus menos, pero juntos. Se equivocó, Jungkook, según le contó Sana, había estado con Yoongi y sus tontos amigos aquella noche. Sana no aceptaba su ruptura, cada vez que hablaban le preguntaba si ya lo habían arreglado. Jimin no paraba de asegurarle que aquello había sido una ruptura definitiva, pero ésta lo negaba enérgicamente. Las chicas no paraban de insinuársele y acabó por ceder a los rollos de una noche, que se repetían fiesta tras fiesta. Ya estaba harto de tener que rechazar a todas, sobre todo cuando oía aquellos rumores de que Jungkook y Soojin eran la nueva pareja del campus. Era como si una sierra le atravesara el corazón, esa repelente de Seo Soojin... Cada vez que le saludaba por el campus, porque debía pensarse que Jungkook y él eran muy amigos o algo, le sonreía con esa perfecta sonrisa blanca.

enemies to lovers II [Jm + Jk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora