Capítulo 14

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Las casas del barrio de Soojin eran todas enormes y lujosas, a Jungkook aquel lugar le recordaba a la zona en la que vivía Jimin. Todos los vecinos tenían sus jardines cuidados, con coches caros aparcados en la puertas y ni un rastro de basura por el suelo. Nada que ver con el barrio de Jungkook, él siempre sentía que sobraba en sitios así. Hoseok conducía mientras hablaba de su último ligue, a Jungkook le costaba trabajo prestarle atención, pues estaba muy nervioso por aquella noche. Quería causar buena impresión, había estado probándose ropa con Hoseok durante una hora. A Hoseok le encantaban esas cosas, pero hasta él acabó harto. Pretendía ir formal, pero sin excederse, no quería fingir algo que no era. Iría de sí mismo, pero algo más elegante. Finalmente Hoseok le presto algo de ropa que podía encajar con su estilo.

—La verdad es que creo que el tío me gustó porque se daba un aire a tu Jimin —le contaba Hoseok en el coche de camino a casa de Soojin.

Jungkook levantó ambas cejas en un gesto sorprendido.

—¿Qué? —preguntó y Hoseok se carcajeó.

—No te enfades, hombre. Solo digo que tu chico está para comérselo — Jungkook sonrió ligeramente y dirigió su mirada a la ventanilla.

—Ya lo sé, por eso estoy con él. Porque en la personalidad no tiene nada bueno... —Hoseok le miró sorprendido.

—¿En serio?

Jungkook le lanzó una mirada seria y después rompió a reír.

—No, joder. Solo bromeaba —ambos rieron y Jungkook volvió a dirigir la mirada al cristal.

—Por cierto, ¿por qué no le has pedido a Jimin que te llevara? —preguntó Hoseok cambiando de tema.

—Porque me hubiera mandado a la mierda. No le hace nada de gracia todo esto —explicó sin quitar la vista de la ventanilla.

—¿Piensa que hay algo entre Soojin y tú?

—Sabe que no estoy interesado en ella, confía en mí. Pero creo que piensa que Soojin quiere algo conmigo —Jungkook se giró por primera vez y se quedó un momento en silencio—. Lo cierto es que en el fondo siento que me estoy aprovechando de ella.

—¿Qué quieres decir? —quiso saber Hoseok con el ceño fruncido.

Jungkook se removió incómodo, decirlo en voz alta le hacía sentirse más culpable.

—Al principio solo era un estúpido juego, pero creo que ella quiere más, y yo estoy dejando que crea lo que quiere creer porque es lo que más me conviene por ahora...

—¿Crees que si la rechazas mandaría a la mierda todo lo de su padre?

—No lo sé... Y temo el momento en el que me toque averiguarlo.

Hoseok le miró con compresión. Por fin llegaron a la calle, buscaron la casa y Hoseok paró en la puerta.

—Gracias por traerme —agradeció Jungkook antes de abrir la puerta.

—De nada. Y escucha... —dijo antes de que éste bajara.

—Dime —se giró de nuevo.

—Si te acabas enrollando con Soojin, ¿me puedo quedar con Jimin? — preguntó Hoseok con una sonrisa pícara.

Jungkook frunció el ceño antes de sonreír y golpearle en el hombro.

—Eso ni lo sueñes, el rubito es mío.

Hoseok se echó a reír y Jungkook salió del coche. Cuando llegó a la puerta, acercó el dedo al timbre y tuvo que coger aire antes de pulsarle al botón de lo nervioso que estaba. La puerta se abrió casi al instante.

enemies to lovers II [Jm + Jk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora