Tomoyo escuchó la historia que Sakura le contaba con atención y paciencia. La segunda era necesaria dada la dificultad de interpretar una frase que era armada entre gimoteos, sollozos e hipo. Trató de ser la mejor oyente mientras todo sucedía, sin embargo, en su experiencia sabía que por detallada que fuera la descripción de su descendiente, siempre habría un cabo suelto, una parte de la historia que no sería abarcada de forma correcta... pero no estaba en postura o posibilidad de entrevistarse con Li.
Sin embargo, se podía dilucidar perfectamente una constante en la conducta del gaijin que la sacerdotisa no podía simplemente pasar por alto: el secretismo y la mentira. Aunque también era cierto que en la vida no todo es sólo blanco o negro, y eso era precisamente lo que quería aclarar.
El amor que existía entre el par era evidente, casi palpable, era difícil ver algo tan poderoso y auténtico, en especial entre personas tan jóvenes, y de cierta manera sintió que eran su responsabilidad.
El remedio podía ser hacerlos hablar mucho, que expusieran sus puntos de vista y sentimientos, y que trataran de internalizar lo que el otro hacía, e intentaran entenderlo en perspectiva. Una "terapia" de ese tipo podría llevar días, meses incluso, y aun así, no podía garantizarse su éxito, en especial cuando Sakura estaba muy cerca de dejar de luchar, al sentirse traicionada.
Cerca del alba, la narración finalmente terminó.
—No sé qué más contarte... —expresó Sakura luego de hablar por un muy buen rato, y ya que el llanto finalmente comenzaba a ceder, con la nariz irritada, los ojos casi secos, y muy cansada.
—Tal vez parte del remedio sea no seguir hablando... una de mis habilidades especiales es la evocación. ¿Sabes qué es eso?
—Recuerdos... —respondió Sakura, curiosa.
—Así es. Todos los hechiceros tenemos más de una habilidad a desarrollar, hay algunas que incluso ignoramos, tú, por ejemplo, además de tu magia de proyección eres también clarividente, y seguramente hay más cosas que puedes hacer.
—¿Qué habilidades tienes tú?— preguntó interesada, pensando que la noche tomaría nuevamente su orientación educativa.
—Protectora, sanadora, evocadora, y cocinera.
—¿Cocinas con magia?
—No, sólo soy buena cocinera —hizo una risa alta y escandalosa mientras que Arashi ponía los ojos en blanco y Sakura reía tontamente—. De acuerdo, fue un mal chiste. Pero para la siguiente demostración necesito que veas algo que me acaban de traer.Las tres caminaron hasta el centro del salón de culto, donde las esperaba una sencilla caja de madera cercana al metro de longitud por apenas unos centímetros de ancho y alto. La misma que el general Issa había entregado a Kurogane unas horas atrás, y la cuál había sido entregada al templo por el samurái en persona. Tomoyo abrió la caja sin ceremonias, lo que provocó que Sakura diera un respingo al ver el contenido.
—La espada de Xiao-Lang... —susurró al mirar el mango color oro añejo con grabados, y la muy maltrecha hoja que descansaba sobre el cojín al interior de la caja. Daba la impresión de que si era levantada, se partiría sin mayor esfuerzo.
—La solicité porque tenía curiosidad de estudiar los daños que recibió en su último combate, he visto lo que la chiquilla dragón ha provocado a otras espadas, pero al ser ésta fabricada por los Li, seguramente tiene muchas memorias que compartirnos, en especial las memorias de su dueño. ¿Sabes si él acostumbra llevarla?
—Todo el tiempo. En realidad, él hacía algo parecido a lo que hacía Arashi... cuando la necesita, la extrae de su mano.
—¿De verdad? —preguntó Tomoyo, acercando mucho el rostro a la hoja—. Es raro, la espada no parece hecha de hueso u otro material orgánico como la de Arashi.
—Desconozco esos detalles, Xiao-Lang nunca me habló mucho de su espada... creo que era de esperarse, siendo que no me contaba siquiera sobre lo que sí tenía que contarme...
—Esa estuvo buena —rió Arashi con ironía, y levantó los hombros al ver a Tomoyo reprenderla sin palabras.
—Pues nos enteraremos en un momento. La evocación que yo puedo hacer debe ser sensorial, alguno de mis sentidos debe estar vinculado al objeto cuyos recuerdos quiera explorar, y siempre será mejor hacerlo a través del tacto. Acércate un poco —solicitó a la maestra de cartas. Ella obedeció—. ¿Estás lista?
—¿Lista para qué?
![](https://img.wattpad.com/cover/325755951-288-k194109.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Gesta De La Hechicera y el Gaijin (2da ED)
AdventureHistoria inspirada en Card Captor Sakura. ¿Y si un buen día fueras simplemente tomado o tomada de todo aquello que conoces? A un lugar donde todas las comodidades a las que la vida común te acostumbró no están presentes, con un cercano como única co...