Eran alrededor de las tres de la mañana, y la noche se había mantenido sin mayores novedades. Cada samurái había cumplido con rectitud su encomienda, y Xiao-Lang recorría su perímetro asignado, y cada cuando coincidía a la distancia con algún otro compañero en las cercanías. Quizás lo más notable hasta ese momento había sido el aullido de los lobos en las montañas y el escandaloso vuelo de lechuzas cantarinas, además de alguna eventual emisión de luz desde los muros del templo, seguramente producto de las prácticas de las hechiceras en su interior.
El gaijin pensaba en que, en menos de una hora, el turno habría terminado, y podría irse a casa con Sakura, y dependiendo del grado de cansancio de ambos, tal vez podrían sacar provecho al menos a una parte de su tarde a solas, por no mencionar el hecho de que nuevamente tendría la oportunidad de dormir a su lado.
No había hecho la mención a la chica, pero él sí que recordaba buena parte de lo que sucedió en la providencial noche del regalo, y algo muy en el fondo le decía que ella también, y cada remembranza le provocaba palpitaciones.
No sólo era el haber podido estrecharla por horas entre sus brazos, o cada delicado beso entre periodos de sueño, sino también cada involuntaria caricia y sensación nueva y desconocida a la que sus manos estuvieron expuestas... y definitivamente quería volver a experimentarlo. Su corazón se llenó de buenas sensaciones con esas ideas, y sonrió emocionado.
Acercándose al barranco, su compañero más cercano lo llamó a la distancia, y con señas le pidió que pusiera atención a los sonidos que venían de la barranca y el bosque. Li hizo caso y agudizó el oído, en afán de encontrar algo mientras él y su acompañante se acercaban.
—Creo que es un animal herido... suena como un cachorro, tal vez un perro o un zorro... —anunció Li cuando el otro samurái lo alcanzó.
—Bien, entonces volvamos a lo nuestro.
—Deberíamos intentar al menos encontrarlo, podría estar muriendo.
—También podría ser un lobato, y a los lobos no les gusta que nos acerquemos a sus crías.
—Lo sé, pero no podemos sólo dejarlo ahí. No creo que sea nada serio, iré a buscarlo y trataré de ayudarlo, por favor ve e informa al señor Kurogane. Cuando vuelvas, seguramente ya estaré de nuevo aquí.
—¿Estás seguro?
—Sí. Descuida, estaré bien.El guardia asintió e hizo camino al templo.
Xiao-Lang comenzó a bajar la ladera cautelosamente. Apenas se adentró al bosque, nuevamente se concentró para encontrar el origen de los suaves chillidos que lo llevaron ahí. Anduvo con paso lento y con la espada lista para ser desenvainada en cualquier momento, avanzó unos cientos de metros, mientras se acercaba cada vez más al origen del ruido, hasta que pudo ubicarlo en un pequeño claro perfectamente iluminado por la luna, aún cuando el animal en cuestión no se quejaba más.
Un zorro estaba ahí, tendido sobre su costado, e hinchaba su abdomen dificultosamente, al parecer, mal herido. Li se acercó con cuidado, sin dejar de buscar en los alrededores a que el animal que lo atacó no estuviera cerca, pues podría ser desde un lobo, hasta un oso, y no era una buena idea enfrentar a ninguno de ellos solo.
—Esa es una de las desventajas de la piedad, ¿sabes? Siempre buscar asistir al más débil termina haciéndote débil a ti mismo.
La voz masculina y un poco rasposa que dijo eso, hizo que el chico se girara sobre sus talones, sobresaltado, al tiempo que desenvainaba su sable, y buscaba a sus espaldas el origen de dicha voz. La presencia anormal que sentía desde el día del bazar finalmente se hizo manifiesta, aunque en realidad nunca se había ido, pero ahora estaba plenamente identificada.
Chung-Hee caminó tranquilamente entre los obscuros árboles, con las manos en la espalda, sus ojos grises parecían resplandecer bajo la luz de la luna.
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Gesta De La Hechicera y el Gaijin (2da ED)
AdventureHistoria inspirada en Card Captor Sakura. ¿Y si un buen día fueras simplemente tomado o tomada de todo aquello que conoces? A un lugar donde todas las comodidades a las que la vida común te acostumbró no están presentes, con un cercano como única co...