Capítulo 24

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Isaiah se detuvo al avanzar un par de metro más, el lugar parecía no tener fin a la vista, demasiadas habitaciones como para tomarse el tiempo de revisarlas una a una, de todas formas, no podía, necesitaba acceder al sistema para que las compuertas se abrieran y tener acceso a estas.

Solo su padre y un par de subordinados tenían ese acceso consigo encima.

Pero eso no era lo más preocupante del asunto, él no recordaba a la perfección el rostro de su padre, sus facciones, su estatura, su aroma, nada.

Solo recordaba haber visto a su padre una vez, esperaba poder reconocer el aroma de su hermano Isaac, solo así podría saber que estaba ubicado en la habitación correcta, aunque, en su mente múltiples dudas surgieron, si los alfas estaban atacando los domos, había posibilidades de que su propio padre o su hermano se juntaran en aquella cruzada contra los omegas.

Tenía miedo, no podía ocultarlo más, cada vez que avanzaba y presenciaba diferentes siluetas tras la ventanilla se sentía más ansioso.

Él no sería capaz de reconocer a su propio padre con tan solo observar rostros a la deriva.

— Papi — elevó la voz de nuevo.

De nuevo, había diferentes hombres asomándose desde las ventanillas curiosos por los gritos del menor.

Isaiah cayó de rodillas al sentirse nervioso, su cuerpo dolía por el cansancio y esfuerzo físico que estuvo haciendo horas atrás sin detenerse. Debía hallarlo, había perdido demasiados minutos intentando encontrarlo, pronto algún alfa vendría a custodiar la planta baja y ese sería su fin.

— Papi, por favor — sollozó sintiéndose derrotado.

Elevó su rostro una vez más, seguía en el suelo, abatido por toda la situación.

Sus manos temblaron cuando intentó levantarse, a pesar de que había pensamientos de que era una mala idea solo intentar abrir cualquier puerta, él tenía la pequeña esperanza de encontrar a su padre.

O al menos por Isaac.

— ¿Isaiah? — la mención de su nombre lo tomó por total sorpresa.

El sonido provenía un par de metros adelante suyo, agitado, se movió gateando hacia adelante con la vista en las ventanillas intentando identificar de cuál habitación provino aquella voz que logró reconocer.

— ¿Papi? — preguntó temblorosamente en su sitio.

— ¿Isaiah? — ahora la voz provenía de un niño. Una vez ligeramente más grave que la suya misma.

No pudo evitar levantarse lo más rápido que pudo en esos momentos, sus piernas llevándolo hasta la puerta donde a través de la ventanilla logró observar a su mellizo con una expresión preocupada en su rostro.

— Isaac — sollozó en cuanto llegó frente a la puerta.

Por su altura, no alcanzaba a observar a través de la ventanilla, era algo claro que había alguien elevando a Isaac fuera de sus pies para que este pudiera observar tras el pequeño ventanal.

— Papá, es Isaiah, realmente es él — le escuchó decir.

— Isaiah — dijo aquella voz de adulto —¿Realmente eres tú?

— Papi — le llamó una vez más en llanto, ahora su cuerpo estaba contra la puerta golpeándola con desesperación — papi, tengo miedo, ábreme por favor.

— Isaiah, ¿Dónde está Jimin? ¿Dónde está tu padre? — preguntó el alfa sintiéndose preocupado.

— El hombre malo lo tiene — respondió en llanto — los hombres malos asesinaron a mis amigos, asesinaron al abuelo también, van a asesinar a papá también.

Poder Omega  KOOKMIN (HISTORIA COMISION RESUBIDA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora