♫ Whispers in the darks—Skillet
♫ Bad Romance—Lady Gaga (cover Halestorm)
♫ On my Own—Ashes Remain
♫ Monster—Skillet
Nadando con toda tranquilidad, el tritón ingresó a la cueva, sentándose sobre una de las rocas lisas comenzó a vaciar el contenido de aquellas mochilas, sacando libretas viejas que se desbarataban, no por lo viejas sino por lo mojadas, fotografías en blanco y negro, eso que los humanos llamaban cámara, ropa vieja, libros de pasta gruesa, cepillos y peines, objetos punzocortantes. Sin embargo, lo que más le llamó la atención fue un cuadrado cubierto con un papel de colores, lo agitó a un lado de su rostro, pasó sus dedos delgados por los bordes, llegando a desgarrar el envoltorio, con esa ayuda terminó por abrir el extraño objeto, al no comprender por completo su estructura introdujo sus dedos con fuerza, rompiendo el material ya no tan duro. Revelando una cantidad considerable de joyas distintas a la que él o cualquiera de los suyos portaba sobre sus cuerpos. — Los humanos son muy imprácticos, usan este tipo de material para unir sus alhajas. — arrugó la nariz para guardar esos objetos brillantes en la mochila café, observo su alrededor toda la basura que ese hombre llevaba. Agarró todos los residuos y los metió en otra mochila, los arrojaría a la orilla después de ir a dejarle a Sora lo que le pertenecía...
Las aguas se volvieron algo frías debido a que el sol se escondió. Cuando el tritón de aleta azulada salió sigilosamente de su escondite fue emboscado por uno más joven.
— ¡Torao! — exclamó con alegría.
— No molestes Luffy, te he dicho que dejes de llamarme de ese modo, mi nombre es Trafalgar Law, recuérdalo bien. — con ayuda de su aleta empujó al chico, retomó su andar.
— Oye no seas así, quiero ver si es cierto lo que dicen de ti, ¿es verdad que tu aleta cambia de color cuando se oculta el sol?
— Ajá.
Luffy nadó en círculos produciendo un montón de burbujas que desaparecieron al ascender. — Mira, me encontré esta cosa en la orilla de la playa. — mostró un objeto amarillo, redondo con un hueco en el centro y abultado del otro lado de ese agujero. — ¿Qué es?
— Eso es un sombrero y se pone en tu cabeza. — tuvo que apresurar su nado para perderlo, agradecía ser 200 años mayor, su aleta era más fuerte y veloz que la del tritón de 101 años.
Rápidamente lo perdió, evadió a los de su especie para ingresar a la cueva, no tardó mucho en localizar la concha en la que resguardaron a Sora, la abrió para dejar caer todas las baratijas "finas" sobre su cuerpo. — Creo que eran para ti, descansa Sora. — cerró antes de irse, aunque pudo percibir que delante de él el agua cambió de color a uno rojizo, chasqueó la lengua para taparse con la mano la herida aún fresca en su frente. — Malditos humanos, teniendo tanto espacio en tierra quieren venir a invadir nuestro hogar, jodidos egoístas, por culpa de sus malditos barcos me golpee la cabeza. — refunfuñando se fue nadando hasta la orilla de la playa, salió del agua, asomando solamente una parte de su cabeza, no iba a permitir que los humanos le viesen. Una vez se aseguró de la soledad comenzó a arrojar toda la basura a la orilla, con el objetivo de ensuciar su tierra. — Y no vuelvan a traer sus porquerías a nuestro mar, no saben cuántos animales han muerto por su culpa.
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Las serenatas provocan tsunamis
ФанфикDe niños, los cuentos sobre criaturas mitológicas siempre nos motivan e inspiran en nuestro día a día, aunque en pocas ocasiones nuestras vidas nos guían en algún punto a "encontrar algo". Por ser humanos dejamos de lado la grandiosa habilidad de cr...