De niños, los cuentos sobre criaturas mitológicas siempre nos motivan e inspiran en nuestro día a día, aunque en pocas ocasiones nuestras vidas nos guían en algún punto a "encontrar algo". Por ser humanos dejamos de lado la grandiosa habilidad de cr...
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Trafalgar Law huyó una vez más de aquellas acciones del humano musico, el beso en la mano fue demasiado para él, la unión de labios era único y no podía hacerse con cualquiera, sino solo con la persona indicada, una muy muy especial...
Lo único que le taladraba la cabeza al médico era eso que Kid le dijo, que era especial para él, sus canciones eran creadas especialmente para él, hasta donde recordaba ya iban dos que escuchaba y eran hermosas...
Por esa noche se separaron sin siquiera decir adiós, pronto esa palabra dejaría de formar parte de su extenso vocabulario, era tan triste que preferirían no decirse adiós nunca, al fin y al cabo, siempre se encontraban cuando pensaban que ya no lo harían más.
En el barco de Kid, este dormía plácidamente hasta que su amigo Killer entro para informarle sobre algunas cosas de los conciertos, sin embargo, lo vio tan feliz y tranquilo, con un objeto extraño en su mano, eran plantas negruzcas con perlas de diferentes colores, bastante peculiar, pero no tanto como ver el cuello sin adornar del capitán, se preguntaba dónde estaba aquella perla roja que guardaba recelosamente y se ponía como loco cuando no la encontraba. Decidió dejarlo dormir, el tratamiento de sus ojos aún estaba siguiéndose, por lo que descansar la vista era primordial, cerró la puerta lentamente sin hacer mucho ruido.
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Por otro lado, el tritón despertó, listo para cumplir una de sus tareas, conseguir materiales resistentes para nuevas prótesis, puede que alguien cometa la misma locura por el instinto de supervivencia, de paso trataría de encontrar la mansión que le indicaron la noche anterior, sería un milagro si es que lograba encontrarla, pues en esas costas todo estaba a vista de esos humanos imbéciles. Nadó un rato solo para poder consumir un poco de comida y tener energías suficientes para su travesía por esos días, aunque no estaba realmente seguro cuanto tiempo iba a estar fuera... sabía que tenía un deber de cumplir, amaba su rol, solo que desde que Eustass-ya llegó a su vida en forma de golpe en su cabeza no pudo sacarlo de su vida y mucho menos de su mente, era como esa obsesión que tenía por los dulces con café, no podía tener suficiente de ellos, no era suficiente con escuchar una sola vez la encantadora voz de Kid.
