De niños, los cuentos sobre criaturas mitológicas siempre nos motivan e inspiran en nuestro día a día, aunque en pocas ocasiones nuestras vidas nos guían en algún punto a "encontrar algo". Por ser humanos dejamos de lado la grandiosa habilidad de cr...
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Mientras tanto una banda disfrutaba de su noche de sueño, gracias a un inconveniente en la venta de boletos y a la falta de decoración que no llegó al barco, se les agregaron unos días más de vacaciones, pero un amante de lo salado y lo azul no conciliaba el sueño, estaba tan acostumbrado a su rutina de noche que le era imposible cerrar los ojos... enserio que extrañaba la presencia de esa criatura tan maravillosa, su necesidad de verlo o escucharlo solo podía ser comparado con la necesidad de beber un poco de agua después de estar en el desierto 5 días. Se levantó de su cama, peino sus cabellos hacia atrás, estaba frustrado, tan solo se alejo un tiempo de Playa Encantada y todo le estaba saliendo mal, para consolarse observo la pecera llena de agua salada, recién recolectada, dentro de esta resguardaba la diadema de perlas, la observo con detenimiento hasta que un canto muy conocido interrumpió sus pensamientos, de un momento a otro ya se encontraba fuera del barco, delante de aquel mar tan obscuro y agresivo que golpeaba las costas. La respiración agitada y la frente sudada, su visión intento captar una silueta ya conocida, lamentablemente no pudo observar nada.
— Cada vez me estoy envolviendo más en una locura. — tragó saliva para humectar su garganta, con los pies descalzos comenzó a retroceder por la arena, en su mano mantenía aquel adorno para el cabello. — Tengo que apresurarme a volver...
Se echo a correr por toda la orilla para poder llegar a su barco ¿acaso camino tanto?, ¿en qué momento salió de su habitación?, ¿por qué no podía dejar de escuchar esa encantadora voz?, resonaba en su cabeza una y otra vez.
A la mañana siguiente despertó con la visión borrosa, pensó que era resultado de desvelarse, más sin embargo al frotar sus ojos para retirar las legañas, la visión no mejoro, por lo que se levantó de su cama, dio varios tropezones, apoyo sus manos sobre los muebles y paredes de su camarote, mientras llamaba a sus amigos quienes tardaron un poco en aparecer debido a sus sueños tan pesados.
— ¡Puta mierda! NO PUEDO VER ABSOLUTAMENTE NADA. — intento tocar algo con sus manos, pero sus extremidades eran sujetadas por sus amigos.
— Kid, ya cálmate, si sigues así no vamos a poder ayudarte, iremos al doctor y cancelaremos los conciertos de esta noche, los fans entenderán que tu salud es delicada. — dijo Killer con una voz calmada para tratar de transmitir ese sentimiento a su hermano.
— Claro, es fácil para ti decir eso porque no eres tu el que tiene la vista borrosa, no puedo distinguir nada, todo es una masa amorfa de colores.
Con esas ultimas palabras, el resto de los integrantes de Victoria Punk se enfocaron en solicitar una cita con un oftalmólogo privado, de esa manera encontrarían la causa de su ceguera con más facilidad.
Anunciaron que por esa noche al menos cancelarían el concierto, por motivos de salud de uno de los integrantes.
— Bien joven Eustass, ¿ha estado en contacto con agua sucia o contaminada? — preguntó el medicó especializado en la visión.
