La señorita Woods había decidido desayunar en uno de sus restaurantes favoritos, subió a su auto y yo la seguí en el mío.El lugar era muy bonito, digno de una condesa, además no estaba lejos de las oficinas de su padre.
–Señorita Woods, su mesa está lista. –Dijo la chica que según a mi parecer, era la gerente.
La verdad no me sorprendido. Siendo una persona tan importante y de familia real, no era una sorpresa que cuando ella quisiera tuviera su lugar propio.
Caminamos hasta donde la señorita nos indico. Era un lugar muy bonito y sobre todo privado, no había mesas cerca, ni meseros pasando a cada momento, ni nada de eso.
Estaba sí al aire libre, en la parte alta del edificio, pero en un sitio muy reservado.
La ayude a sentarse y yo me senté enfrente suyo.
No dijo nada por un buen rato, primero espero a que ordenaramos y cuando nos dejaron solas, solo entonces volvió su vista hacia mí.
Eso me puso algo nerviosa, yo no sabía que decir, ninguna idea o palabra pasaba por mi mente para romper el hielo.
–Lo lamento... –Dijo tomándome por sorpresa.
¿No se suponía que la que se estaba disculpando era yo?
–¿Aah?
Se relamió los labios y sonrió ligeramente. Desvío la mirada hacia el lado derecho.
–Estaba molesta ayer y me desquite contigo. No debí decir esas cosas y mucho menos cuestionarte cosas personales de esa manera.
Ok, creo que al final de cuentas no era para tanto, solo se había tratado de una confusión.
Así que, no había problemas.–Bueno, yo tampoco me porte de la mejor manera. –finalmente esto no era para tanto, así que... ¿Que más da? –Escucha, esto podría sonar muy desinteresado de mi parte pero, ¿Por qué no olvidamos todo esto? Es decir, ni usted, ni yo estábamos en condiciones de una conversación, así que lo que se haya dicho entonces ¿Podemos olvidarlo?
La chica me lazo una mirada cómplice, creo que parecía que había leído su mente, pues de inmediato dijo estar en la misma sintonía que yo.
Los almuerzos llegaron, ella pidió un tazón de frutas picadas, un jugo y por supuesto café.
Yo por otra parte, y aunque me llamara infantil. Pedí unos hotcakes, con miel de Maple y una taza de café con leche.
Mi delicioso platillo estaba frente a mi, sin embargo tenía algo malo en el.
–Si no comes tus frutas no crecerás grande y fuerte. –Se burló de mi al ver que quitaba los pedazos de bananos que venían sobre los panqueques.
Sonreí –Primero que nada, ya no voy a crecer más, y segundo... Quiero pasar el resto del día sin problema alguno.
–¿De qué hablas?
–Soy, soy ligeramente alérgica a los banano, y no quiera pasar el resto del día vomitando o algo peor. –Conte sin problemas.
Está sensación era nueva para mí, el solo hecho de preocuparme por lo que pensara ella de mi, me había producido una inquietud enorme. Después aceptar desayunar con ella y finalmente contarle cosas que no deben importarle... Me di cuenta de algo, creo que comenzaba a agradarme.
Nunca había pensado en ella realmente, era una buena amiga de mi hermano y yo la conocía, pero hasta ahí.
Hablamos de tontería por un par de minutos más, conversamos de cosas banales y de lo que queríanos hacer a futuro, ahí supe que también había estudiado medicina, solo que pensaba enfocarse en la rama de obstetricia, todo iba bien hasta que se tocó el punto de la boda.
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Solo contigo
Teen FictionLas cosas no siempre salen como uno las planea, hay diferentes versiones de lo que vemos o escuchamos, del camino que elegimos. Mi vida no fue fácil, pero aún así puedo decir, está vida la quiero... "Solo contigo"