Su titular lo esperaba.
Sanders hizo una seña con la mano para indicar que lo alcanzaba en un momento y volvió a mi.
-Piénsalo un poco más. Solo vivimos una vez como para no arriesgarnos a ganar.
Dejo unas palmaditas en mi hombro y siguió su camino.
Pensarlo, ¿Pensar que?
Ella me había dejado muy en claro que no quería nada conmigo y no era de extrañarse, es que a decir verdad, no soy tan atractiva como los medios lo pintaban.
Seque mis manos y con ayuda de la enfermera me puse la bata.
Me coloque a lado de la doctora Khamsaen y espere pacientemente a que ella me indicara lo que debía hacer, conteste también a todas sus preguntas y en cuestión de un par de horas, la cirugía habia terminado.
-El último punto y... Listo.
Pese a un pequeño contratiempo en el procedimiento, finalmente todo había salido bien, por lo que al finalizar, Arián fue despedida del quirófano con un enorme aplauso.
También aplaudí, aunque a ella no le importe lo que yo piense, estaba sumamente orgullosa de esa gran mujer.
Salimos del quirófano. Yo quería hablar con ella y felicitarla, pero habían muchos otros que también querían hacerlo, así que me aleje un poco.
Vi mi reloj.
-Demonios...
Las 11:15pm. Tenía 15 minutos para arreglarme y salir de ahí.
La mire una vez más, ella estaba hablando con alguien así que supuse no se daría cuenta de que ya no estaba.
Corrí a mi loker, tome las llaves de mi motocicleta y fui al departamento de Bailey el cual estaba más cerca del hospital.
Me di una rápida ducha y volví a salir. Millie ya estaba esperándome.
Quizás ni siquiera me duche bien, pero en cuestión de 10 minutos ya estaba cerca del bar.
Aparque mi vehículo y me adentre al local.
Estaba un poco nerviosa, ella me gustaba y estaba segura de que si alguien podía hacerme olvidar a esa sexi doctora, esa podría ser ella.
El lugar no estaba muy lleno, había algunos jugando billar, otros bailando por una esquina, un grupo de chicos bebiendo y divirtiéndose en algunas mesas.
Respire profundamente, estaba lista y era hora de hacer lo mío. Frente a mí paso una chica con un ramo de rosas.
La detuve.
-¿Chicos pueden venderme una rosa? Acabo de salir de una cirugía y la chica de allá me espera, no pude comprar nada.
Los chicos la miraron, la joven sonrió y ambos estuvieron de acuerdo.
-Ve por ella. -Dijo el chico.
Con la rosa en mis manos fui a sorprenderla.
Millie estaba viendo a la izquierda donde un grupo de jóvenes se divertían.
Deje la rosa a su lado y me senté.
-Es una muy bonita noche como para que alguien tan hermosa esté sola.
-No estoy sola, estoy e...
En cuanto noto que se trataba de mi, se calló, sonrió y negó.
-¿Puedo invitarle algo? O alguien más ya lo hizo. -Segui con mi juego.
Me gustaba mucho la sonrisa que se le dibujaba en el rostro cada vez que hacia algo que le causaba gracia.
-Bueno. Creo que la persona que esperaba no llegara, así que aceptó.
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Solo contigo
Teen FictionLas cosas no siempre salen como uno las planea, hay diferentes versiones de lo que vemos o escuchamos, del camino que elegimos. Mi vida no fue fácil, pero aún así puedo decir, está vida la quiero... "Solo contigo"