"Capitulo 15"

69 1 0
                                    

Su titular lo esperaba.

Sanders hizo una seña con la mano para indicar que lo alcanzaba en un momento y volvió a mi.

-Piénsalo un poco más. Solo vivimos una vez como para no arriesgarnos a ganar.

Dejo unas palmaditas en mi hombro y siguió su camino.

Pensarlo, ¿Pensar que?

Ella me había dejado muy en claro que no quería nada conmigo y no era de extrañarse, es que a decir verdad, no soy tan atractiva como los medios lo pintaban.

Seque mis manos y con ayuda de la enfermera me puse la bata.

Me coloque a lado de la doctora Khamsaen y espere pacientemente a que ella me indicara lo que debía hacer, conteste también a todas sus preguntas y en cuestión de un par de horas, la cirugía habia terminado.

-El último punto y... Listo.

Pese a un pequeño contratiempo en el procedimiento, finalmente todo había salido bien, por lo que al finalizar, Arián fue despedida del quirófano con un enorme aplauso.

También aplaudí, aunque a ella no le importe lo que yo piense, estaba sumamente orgullosa de esa gran mujer.

Salimos del quirófano. Yo quería hablar con ella y felicitarla, pero habían muchos otros que también querían hacerlo, así que me aleje un poco.

Vi mi reloj.

-Demonios...

Las 11:15pm. Tenía 15 minutos para arreglarme y salir de ahí.

La mire una vez más, ella estaba hablando con alguien así que supuse no se daría cuenta de que ya no estaba.

Corrí a mi loker, tome las llaves de mi motocicleta y fui al departamento de Bailey el cual estaba más cerca del hospital.

Me di una rápida ducha y volví a salir. Millie ya estaba esperándome.

Quizás ni siquiera me duche bien, pero en cuestión de 10 minutos ya estaba cerca del bar.

Aparque mi vehículo y me adentre al local.

Estaba un poco nerviosa, ella me gustaba y estaba segura de que si alguien podía hacerme olvidar a esa sexi doctora, esa podría ser ella.

El lugar no estaba muy lleno, había algunos jugando billar, otros bailando por una esquina, un grupo de chicos bebiendo y divirtiéndose en algunas mesas.

Respire profundamente, estaba lista y era hora de hacer lo mío. Frente a mí paso una chica con un ramo de rosas.

La detuve.

-¿Chicos pueden venderme una rosa? Acabo de salir de una cirugía y la chica de allá me espera, no pude comprar nada.

Los chicos la miraron, la joven sonrió y ambos estuvieron de acuerdo.

-Ve por ella. -Dijo el chico.

Con la rosa en mis manos fui a sorprenderla.

Millie estaba viendo a la izquierda donde un grupo de jóvenes se divertían.

Deje la rosa a su lado y me senté.

-Es una muy bonita noche como para que alguien tan hermosa esté sola.

-No estoy sola, estoy e...

En cuanto noto que se trataba de mi, se calló, sonrió y negó.

-¿Puedo invitarle algo? O alguien más ya lo hizo. -Segui con mi juego.

Me gustaba mucho la sonrisa que se le dibujaba en el rostro cada vez que hacia algo que le causaba gracia.

-Bueno. Creo que la persona que esperaba no llegara, así que aceptó.

Solo contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora