Mi Refugio de amor

¡Así No Te Quiero!

Angelina trataba de abrir la puerta pero estaba con llave. Ella se extrañó, ya que siempre estaba abierta.

Adentro, Don Verduras y Refugio se encontraba estáticos, no se movían ni articulaban ninguna palabra.

-Que raro, siempre está abierta

Se escuchó decir Angelina del otro lado de la puerta.

-Traeré las llaves-se fue

Ambos volvieron a respirar, por poco fueron descubiertos.

-Tenemos que irnos ya, puede volver en cualquier momento - sugirió Refugio nerviosa

-Si, vámonos

Se terminaron de arreglar y salieron del cuarto con prisa como adolescentes haciendo algo indebido.

Don Verduras estaba más que feliz después de haber hecho el amor con su hermosa mujer de forma bárbara.

Aunque Cuquita iba toda adolorida y caminaba extraño.

Antes de salir afuera Cuquita lo detuvo suavemente con el brazo

-Estuvo perfecto todo mi amor-lo miró a los ojos con ternura-pero a la próxima lo hacemos en una cama cómoda, si no te voy a poner a dieta, porque mi espalda ya no soporta tanto, eh - finalizó haciendo un puchero tierno

-Tienes razón, mi amor - la besó - perdóname, no me aguanté

Refugio soltó una risita

-Ya me di cuenta-se puso de puntillas y se acercó al oído de él-hasta me duele mientras camino, Don Verduras

Y eso encendió el amiguito de Don Verduras.
Sí, otra vez.

Sin poder contenerse le apretó una nalga y la acercó a él, sintiendo ella su erección

-Siente como tienes a tu servidor - le dijo surrándole en el oído

-Está muy necesitado por lo que noto - hizo un movimiento con su cadera-tendrá que esperarse como buen soldado

Y se separó de él bruscamente saliendo de la casa, lo dejó en las nubes

******

Afuera

Había pasado media hora desde que Cuquita y Don Verduras se habían desaparecido entre todos.

Refugio se iba acercando a donde todos estaban sentados platicando.

-Mamá Cuquita, ¡al fin apareces! Ya vamos a comer pastel-la miró mientras Cuquita caminaba acercándose- ¿Porque caminas tan raro?

Cuquita se puso roja
<<¿y ahora que le digo? >>

-Fui al baño mi amor, me sentía rara - respondió desviando la mirada y sentándose nerviosa evitando miradas que la delataran

Muy tarde.

Julieta y Martina estaban a la par de Petita, notaron lo nerviosa que ella estaba y lo raro que caminaba, ellas la conocían muy bien. Ambas (Julieta y Martina) se vieron en complicidad, buscaron con la mirada curiosa a don Verduras y se le veía charlando con los hombres muy pero muy alegre.

Ambas los descubrieron. Necesitaban más información.

-Refugio amiguita- lo dijo con tono pícaro-nos acompañas a traer el pastel? Olga nos pidió ese favor, ya que Angelina tuvo un contratiempo

-Necesitamos ayuda extra - añadió Martina

Refugio las volvió a ver, ella no se podía negar cuando le pedían ayuda.