Pasaron las semanas, y con esto, la felicidad en la familia crecía.
La nueva integrante de la familia llegó para completar la felicidad de este matrimonio.
La habitación de la pequeña Valentina había sido decorada con mucho amor, los colores que destacaban era el blanco y moradito claro, un color que le encantaba a Refugio.
Para comodidad de Valentina había una hermosa cuna blanca, con hermosas muñecas que la harían compañía y que en futuro serían un recuerdo.
Juan Carlos no se hallaba con tanta felicidad en su vida, su mujer estaba cada vez más hermosa y la hacía increíblemente más bella al verla darle de comer a su hija, o cuando la cargaba, acariciaba, le cambiaba6la ropa, lo hacía con tanto amor, era la mejor madre que a Valentina le podía tocar.
Sin embargo, aquella pequeña haría de las suyas en la madrugada.
-Yo la traigo, mi amor
Juan Carlos se levantó todo despeinado, con mucho sueño, a Valentina le tocaba comer y ella se hizo notar con sus llantos.
Refugio se sentó aún medio dormida con los ojos cerrados, se acomodó mientras Juan Carlos se acercaba con Valentina
-Valentina, mi niña - la tomó en sus brazos y la acurrucó
Valentina automáticamente tomó el pecho de su madre de un jalón haciendo que Refugio hiciera una mueca de dolor.
Juan Carlos se sentó a la par de ella y ella recostó su espalda en el pecho de él mientras Valentina se alimentaba.
-Tengo mucho sueño
-Ahorita Verdurita se volverá a dormir, mi amor
-Eso espero
-¿Eres feliz?
-Muy feliz, mi amor
-Disfruto de este momento
-Yo también, mi amor - sonrió - ¿te acuerdas de cómo vinieron al hospital el resto de la familia?
Él soltó una risita recordando.
*********
Flashback
Tarde.
Refugio se encontraba con los ojos cerrados tratando de dormirse después de haberle dado de comer a Valentina, en la mañana había sido visitados por todos sus hijos, incluidos los de Juan Carlos.
De pronto, se escuchó una conocida voz gritando cada vez más cerca.
-¿ES AQUÍ? ¿DONDE ESTÁ MI REFUGIO? - gritaba con emoción Martina
Martina entró con su destacable hiperactividad en sus manos sostenía varios regalos y entre ellos varios globos.
-¡REFUGIO! ¡AY DIOS MIO! - empezó a llorar al verla en la cama emocionada, dejó todo los regalos en una silla haciendo que los globos de helio se fueran al aire, por emoción quería tirar todo y abrazar a su amiga
-¡¡Martina!! ¡Los globos!
-Ay Dios mio, no importan - corrió hacia Refugio y le dió un abrazo con cuidado - Fue tan inesperado, Refugio - sonrió - estoy muy feliz por ti
-Martina, te quiero mucho - Martina se separó de ella y le depositó un beso en la frente - ¿dónde está la pequeña Verdurita?
-Aquí - respondió Juan Carlos sentado en el sillón con Valentina en sus brazos
- ¡AY NO! - gritó de pronto Martina asustando a Refugio
-¿Qué? - preguntó una desconcertada Refugio
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Mi Refugio de amor
RomanceContinuación de la historia de amor entre Cuquita y Don Veduras. Autoría: SofiN728