Medio día
Refugio y Don Verduras todavía permanecían dormido abrazados entre sí. Habían estado muy cansados.
Don Verduras abrió los ojos y por un momento pensó que todo había sido un sueño y no era así. Ahí estaba ella, el amor de su vida, le acarició la espalda para despertarla delicadamente.
Ella se removió despertándose de a poco, sintió un tremendo dolor de cabeza.
-¿Mi amor? - don Verduras se preocupó al verla con el gesto de dolor que tenia
-Me siento mareada
-¿No te sientes bien? - le dió vuelta a ella mirándola a los ojos
Ella asintió y cuando se estaba sintiendo más despierta buscó la cobija con apuro. Sintió vergüenza recordando todo lo que pasó anoche.
Ella nunca se había comportado de esa manera. Se cubrió completamente.
-¿Refugio? ¿Que tienes, mi amor?
-¿Puedes salir un momento? - preguntó con nerviosismo
-Dime que te pasa, por favor
Ella no contestó.
El trato quitarle la cobija encima pero ella puso resistencia.
-Si no te vas, me voy yo entonces
-Está bien - con tono preocupado.
El salió del cuarto y cuando escuchó la puerta cerrarse, ella se quitó la cobija encima, fue al baño y en el espejo se vio3de cuerpo entero. Se sentía extraña. Nunca había experimentado algo así, el deseo y la pasión la hizo perder noción de lo que hacía.
<<¡Santo cielo, que hice!>>
Se examinó su cuerpo y pudo ver las marcas que él le había dejado y eran muy notorias <<¿y ahora como cubriré esto sin que nadie lo note?>>
Ella soltó varias lágrimas, se sintió rara pero no se arrepintió. Ella se entregó con amor.
Se bañó lo más rápido posible, se vistió y salió del baño.
Antes de abrir la puerta del cuarto, se quedó parada un momento <<¿Que haré? >> <<¿Que le voy a decir? >>
Abrió la puerta y no lo vió. Se fijó de un lado a otro del pasillo y no estaba. Caminó sigilosamente para ir a la planta baja y salir huyendo de ahí, bajó las gradas, se dirigió a la puerta principal y cuando iba abrirla una voz retumbó en la sala
-¿Qué haces?
Ella brincó del susto y dió la vuelta.
-Yo... yo me voy- respondió con la mirada en el piso. No quería verlo a los ojos
-¿Que tienes, mi amor? - fue acercándose - ¿te arrepientes? - frunció el ceño preocupado - ¿hice algo que no te gustó?
Ella seguí desviando la mirada evitando contacto visual.
-Mi amor, nos vemos después, ¿si? Llamaré un taxi o lo que sea
-De aquí no te vas sin mí
-Bu...bueno, te espero afuera-salió rápidamente
El se quedó viendo como ella se iba <<¡debí controlarme!>> <<¡eres un tonto, Juan Carlos! >> <<¡la asusté!>>
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En el coche.
Ninguno hablaba, ni se miraban en todo el rato que llevaban en el coche.
Cuando llegaron a la vecindad, don Verduras rápidamente le puso seguro a la puerta de ella y ella intentó abrir.
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Mi Refugio de amor
RomanceContinuación de la historia de amor entre Cuquita y Don Veduras. Autoría: SofiN728