10.4 Sistema cardiovascular

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El sistema cardiovascular está compuesto por el corazón, la sangre y los vasos sanguíneos, los cuales son responsables de suplir las necesidades de los tejidos corporales, trasportando hasta ellos los nutrientes como el oxígeno, eliminando los productos del metabolismo, llevando las hormonas de una parte del cuerpo a otra y, manteniendo los líquidos en el organismo para que las células funciones de forma adecuada.

El sistema cardiovascular se encarga de bombear, transportar y distribuir la sangre por todo el organismo, con los siguientes objetivos:

Transportar oxígeno desde los pulmones a todos los tejidos del cuerpo;

Transportar dióxido de carbono desde los tejidos a los pulmones para realizar el intercambio gaseoso;

Suministrar distintos nutrientes provenientes de la alimentación a todas las células del cuerpo;

Ayudar a combatir infecciones por medio de los glóbulos blancos, células de defensa del organismo;

Ayudar a coagular la sangre para detener sangrados o hemorragias, por medio de las plaquetas, células encargadas de la coagulación.

Órganos:

Corazón
El corazón es el órgano principal del sistema cardiovascular y se caracteriza por ser un músculo hueco, ubicado en el centro del tórax, funcionando como una especie de bomba. Está dividido en cuatro cámaras:
Dos aurículas o atrios: por donde llega la sangre al corazón que viene del pulmón, a través de la aurícula izquierda, o la que viene del cuerpo, a través de la aurícula derecha;
Dos ventrículos: que bombean sangre fuera del corazón, que va hacia el pulmón o hacia el resto del cuerpo.
El lado derecho del corazón recibe la sangre rica en dióxido de carbono, también conocida como sangre venosa, y la lleva a los pulmones, donde recibe oxígeno. De los pulmones, la sangre fluye para el aurícula izquierda y baja para el ventrículo izquierdo, de donde sale hacia la arteria aorta, que transporta la sangre rica en oxígeno y nutrientes para todo el cuerpo.

Arterias y venas
Para circular por todo el cuerpo, la sangre fluye dentro de vasos sanguíneos que se clasifican como:
Arterias: son fuertes y flexibles porque deben transportar sangre del corazón y soportan presiones sanguíneas elevadas. Su elasticidad ayudan a mantener la presión arterial durante los latidos cardíacos;
Arteriolas: poseen paredes musculares que ajustan su diámetro a fin de aumentar o disminuir el flujo sanguíneo en una determinada área;
Capilares: son vasos sanguíneos pequeños y de paredes extremadamente delgadas que actúan como puentes entre arterias. Estas permiten que el oxígeno y los nutrientes pasen de la sangre a los tejidos y los residuos metabólicos pasen de los tejidos a la sangre;
Vénulas: poseen paredes finas y reciben la sangre de los capilares para luego transportarla hacia las venas de mayor calibre;
Venas: transportan la sangre de regreso al corazón y generalmente no están sujetas a grandes presiones y no necesitan ser tan flexibles como las arterias.

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