La adrenalina ayudó a que Sesshomaru en un solo segundo se escapara de las garras de Inu No Taisho y ponerse de pie, rígido como un soldado. Los latidos de su corazón golpeándose en su pecho. Cerró fuertemente sus puños por debajo de sus mangas para evitar ponerse a temblar. No se esperaba esto, incluso el mayor de los tres no se lo esperaba.
En ese mismo momento no fue capaz de mirar a la cara de Inuyasha.
El más joven lo miró sin poder creerselo, como si realmente viera una ilusión. Y luego su vista se posó en su padre que parecía no poder creerlo tampoco, para luego volver a enfocar si vista en él. Realmente estaba de pie allí. La sorpresa y la consternación se fueron para dar lugar una pequeña sonrisa esperanzadora en el rostro de Inuyasha. Que no se pudo borrar ni con los rugidos de su padre.
─ ¡INU-YA-SHA! ¡Explicame que demonios estás haciendo aquí!
Fue ignorado magistralmente, puesto que hasta frotándose los ojos Inuyasha estaba hipnotizado por la figura de su hermano allí presente.
─ ¿Realmente es él? ─ dijo dando unos pasos al frente dispuesto a tocarlo para corroborarlo.
Su camino fue cortado por su padre, quien no estaba realmente contento con su presencia, aquello lo hizo volver a la realidad y salir de su estupor.
Un gruñido fue suficiente para poner firme a Inuyasha y prestarle atención debidamente, explicandose.
─ Duh, el carruaje sufrió un accidente y tuvimos que volver. ¿Contento? Por que no me explicas tú que está pasando. ¿Ese es Sesshomaru?
Unos instantes de silencio estuvieron hasta que el mayor decidió romperlo en un suspiro derrotado.
─ ¿No es evidente?
─ ¡Sesshomaru ha regresado! ¡Y tú estás gritándome! ─ respondió el príncipe, a gritos. ─ Hey, ¿Desde cuando estas de regreso? ─ Volvió la cara hacia su hermano mayor, el cual tenía la mirada gacha.
─ Hace solo unos momentos. ─ Inu No Taisho respondió por él.
Inevitablemente, lo quisiera o no, su mentón tendría que levantarse para mirar a Inuyasha, su medio hermano, el que ahora ocupa su lugar como el príncipe de las tierras del Oeste. Comenzando a verlo de abajo hacía arriba notó unas botas negras salpicadas con barro seco, pantalones rojos a juego con su haori rojo, aquel que se decía estaba hecho con las pieles de las ratas de fuego. Su cabello suelto y rebelde. Plateado cómo él, al igual que su color de ojos. Sus cejas tan salvajes y gruesas como las de su padre. Esa sonrisa ladina... le provocaron náuseas y mareos.
En unos minutos lo cuales se le hicieron en un pestañeo, los tres estaban sentados en el mismo salón a punto de compartir el almuerzo.
Todo esto era mucho para asimilar por parte de los tres en especial para Sesshomaru.Esa cosa era un niño la última vez que lo vio. Hacía más de treinta años y ahora, incluso era más alto que él mismo. Pero tan parlanchin como lo recordaba. Era obvio que crecería, sin embargo lo que impactaría en el joven Sesshomaru sería el increíble parecido de Inuyasha con su padre, Inu No Taisho.
Estaba tan perdido que ni siquiera notó cuando fue el momento en que tenía los platos de comida servidos.
─ ¿Qué te pasa? ¿No te gusta? ─ La voz de Inuyasha retumbaba tan fuerte que parecía que gritaba todo el tiempo, para la desgracia de los oídos de Sesshomaru.
Que no pudo evitar hacer una mueca por la molestia. Estaba demasiado acostumbrado al silencio o a la voz tranquila de su amo.
─ Intoncescomienza acomer.─ Dijo el joven príncipe al mismo tiempo que masticaba.
─ ¿Qué? ─ Fue la primera palabra que dijo, Sesshomaru no pudo evitar fruncir el ceño al no solo no entender si no el fastidio del mal comportamiento del menor.
─ Qué empieces a comer. ─ habló después de tragar. ─ Estas tan pálido como un muerto. ¡Parece que hubieras llegado hasta aquí sin tomar descanso!
─ Inuyasha, no grites. ─ le habló su padre.
─ Pero enserio... ¿Fue así verdad? ¡Tienes mucho que contarnos!
─ Dejalo comer en paz, debe estar hambriento ¿O me equivoco?
Inu No Taisho sonrió hacia El mayor de los cachorros, a lo cual supo identificar que había recibido la orden de comer. No se le apetecía, sin embargo no tuvo otra opción que llevar pequeños trozos a su boca.
Manejando los palillos con tanta gracia, digna de un noble.Mientras tanto Inuyasha era un perfecto contraste, comienzo y poco más desde el plato, con prisa y salpicando de vez en cuando, llegando su boca de una sola vez. Ni hablar de los ruidos.
El amo y señor le prestó atención aquel curioso detalle. Sesshomaru jamás había olvidado sus modales. En cambio aún con tantos años de educación se le hacía difícil que su querido hijo siquiera masticara con la boca cerrada.
También notó que Sesshomaru veía de vez en cuando a Inuyasha de reojo. Notablemente disgustado.
Inu No Taisho miró con derrota a su hijo, el cual no tardó en detectar que estaba siendo observado.─ ¿Qué? ¿Qué tengo o qué? ─ Preguntó fastidiado mientras se limpiaba los restos de sus mejillas con sus manos.
Su padre no dijo nada, simuladamente hizo un gesto de reprobación. El chico mitad bestia no entendió de inmediato hasta que sus orejitas se movieron en dirección contraria, donde estaba su hermano.
Un fugaz contacto visual le hizo entender que después de todo, tanto él como su padre eran los anfitriones. Entonces se sentó derecho, no quería dar una primera mala impresión, aunque fue un poco tarde para ello.
¿Pero, qué podría hacer Sesshomaru contra eso?
Las palabras de Inu No Taisho se reproducían en su mente una y otra vez. Su amenaza antes de sentarse a almorzar. De camino al salón comedor, Inuyasha se había adelantado como un cachorro sin correa.
Entonces Inu No Taisho lo había tomado fuertemente del brazo mientras caminaban lentamente.
─ Bien, debido a las circunstancias imprevistas, Sesshomaru, tienes prohibido abrir la boca. Con esto me refiero a que no debes revelar bajo ningún concepto tu condición actual. No me llames amo si yo no te lo ordeno. Tampoco te me insinues o tendré que responder como el señor de este palacio. Inuyasha no sabe nada. Lo único que entiende es que su hermano dejó su puesto de príncipe y abandonó su hogar. Esa es tu historia. Aferrate a ella.
Ni siquiera tengo que decir que puede pasarte si llegas a arruinarlo.
Tambien no debes olvidar que ahora Inuyasha es el príncipe. Y tú eres inferior a él.
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• El Cruel Príncipe Del Oeste •
Fanfiction》Cuando todo esté mal, puede ponerse peor.《 ___________________________________ ▪︎ Donde Sesshomaru es el centro de atención. El tema de conversación. Un mágico hechizo sobre él. Una enfermiza obsesión. Y como lo usará en contra de sus victimarios...