Capítulo XXXIX

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Cariño ¿Me quieres ahora?

...

─ Eh. Mm. ¿Hola? ¿Señores... demonios?

Cheri y Tsuin voltearon al mismo tiempo, tan perfectamente sincronizados. Transcurría el segundo día después del terrible nuevo anuncio.

Antes de volver al palacio, la abuela humana del joven príncipe insistió en que el chico debería comenzar a capacitarse y hacerse a la idea que visitará la casa Hasuno muy seguido. 

Aquella voz le pertenecía a un sirviente humano bastante joven. Y destacablemente valiente, puesto que nadie más quiso acercarse aquel par.

─ Es un recado, lo envía el nieto de la señora.

─ ¿Inuyasha?

─ Qué extraño. Esperaría a qué llegará hasta nosotros si nos necesita.

Tsuin recibió aquel papel doblado, que abrió para dejar ver su contenido, con la misma gracia que un ser de la realeza.

Q̷u̷e̷r̷i̷d̷o̷s̷ Estimado Cheri Estimado Tsuin. Este es un intento de recado formal que en este mismo momento me están enseñando como se hace. Intenté decirles que ya sabia pero no me escuchan y no me sorprende nunca me escuchan!! Así que Para demostraselos se me ocurrió la brillante fabulosa fantástica extraordinaria idea de dedicarsela a ustedes son mis F̷a̷v̷o̷r̷i̷t̷o̷s̷ preferidos.

─ Ooow, estoy tan conmovido que no me importas sus faltas de ortografía. ─ Comentó Tsuin.

─ Yo no. Quiero arrancarme los ojos. ¿Es todo?

─ Hay más...

De verdad no quiero que estén decepcionados de mi siempre doy Lo mejor me esfuerzo!!realmente lo hago espero puedan comprenderlo no me acusen con mi padre estar aquí es un i n f i e r n o si acaso hice algo mal aparte de nacer me avisan por que no comprendo por que me pasa esto a mi!! Por favor perdónenme por distraerlos así pero era la única forma los espero en casa !!!

─ ¿Qué quiso decir con eso?

─ No me digas que... no. No pudo haberlo hecho.

─ Hay que detenerlo.

Posiblemente fuera muy tarde. En el patio central de la casa encontraron a una muy estresada viuda siendo contenida por sus sirvientes.

─ ¡La bestia escapó! ─ fue todo lo que necesitaron para entender la situación.

...

Es un desastre. Ha hecho un desastre. Es como si aquella palabra le estuviera martillando el cerebro a pocos minutos de despertar.

Está tan lleno...

Se siente completamente revitalizado. Como nuevo, lleno de vida. No sabe cuántas horas pasó inconsciente en esa misma posición pero tampoco la importó, por que no le duele.

Sesshomaru no siente dolor en lo absoluto.
Lo único que posiblemente le molestase fuese el fuerte hedor que dejó todas sus actividades nocturnas.

─ ¿No piensas bañarte, siquiera? ─ la voz gruesa y casi ronca su amo, sonaba como si no hubiera hablado en mucho tiempo.

Seguramente Inu No Taisho esperaba hasta que él despertara, en las penumbras por quien sabe cuanto tiempo.

─ No han preparado mi baño. ─ contra atacó, con una sonrisa ebria.

Era toda una imagen digna de retratar, siendo que contadas veces, Sesshomaru había sonreído.
Sesshomaru se ve tan saludable, tan satisfecho. Esa sonrisa y felicidad eran para Inu No Taisho. Llenó el corazón de su amo con orgullo.

• El Cruel Príncipe Del Oeste •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora