Evelyn no tardó ni un minuto en reconocerlos: eran los dos mismos hombres que habían recogido a Ada en su casa, aunque parecía que a ella sólo le había reconocido el guardia con el que intercambió unas cuantas palabras.
- La madre de la seleccionada, imagino. - Supuso el hombre que también hizo las preguntas en casa de Ada, el guardia se colocó en el marco de la puerta inmóvil y con la vista clavada en el frente, y Evelyn sabía que de ahí no se iba a mover.
- Sí, así es. - Confirmó Sarah, yendo rápidamente a colocarse al lado de su hija. - ¿Quiere algo de beber o comer?
- No es necesario, le haré algunas preguntas a Evelyn. Evelyn Aberdeen, dieciocho años y residente en Iretia, ¿es eso cierto?
- Completamente. - Respondió la joven con seriedad, ese hombre no terminaba de caerle bien.
- ¿Está usted dispuesta a vivir en palacio mientras el proceso de Selección se lleva a cabo?
- Por supuesto. - Evelyn respondía con tranquilidad, pues contaba con una gran ventaja: ya había escuchado las preguntas cuando se las hicieron a Ada.
- ¿Es usted consciente de que, viviendo bajo palacio, deberá obedecer y cumplir las normas de palacio?
- Plenamente consciente.
- ¿Ha usado alguna vez tacones?
- Una vez, y no eran muy altos.
- ¿Ha dado clases de historia, cálculo y lenguaje?
- He recibido la educación básica.
- ¿Nada más?
- No, nada más. Después de la educación básica tuve que ponerme a trabajar. - Respondió la joven, hinchando el pecho de orgullo. No permitiría que le despreciasen por tener menos dinero que el resto y, a consecuencia de eso, haber estudiado menos, ella era inteligente de todas maneras.
- Entonces, nada de estudios pero experiencia en trabajo, ¿qué clase de trabajo?
- Limpieza de casas, cocina, labores de costura... Todo a lo que se dedican las mujeres del reino.
- ¿Se cuidad usted? Me refiero a que si se cuida la piel, el cuerpo...
- Sí, obviamente me cuido.
- ¿Alguna vez ha hecho dieta?
- No. Nunca.
- ¿Nunca? - Repitió el hombre, alzando las cejas ligeramente y ofreciéndole una mirada examinadora al cuerpo de Evelyn. Ella tuvo que morderse la lengua ligeramente para no levantarse del sofá y salir de allí.
- No. Nunca. No he tenido oportunidad de atiborrarme a comida, se podría decir que he vivido en una dieta constante.
- Eso cuadra más.
A Evelyn estaba comenzando a hervirle la sangre, y eso que aún quedaba la frase estrella, que no tardó en llegar. Aunque, por suerte, ella ya se la esperaba:
- Ahora, le haré un examen para comprobar que sigue siendo digna.
A pesar de saber que tenía que pasar, no pudo evitar sonrojarse, seguía siendo humillante. Su familia, sin embargo, no se lo esperaba: Kaira y Sven miraron confundidos a sus mayores, pero estos estaban demasiados atónitos como para responderles. Sarah había abierto mucho los ojos, pero en el fondo sabía que algo similar ocurriría tarde o temprano, era el destino de las mujeres, solo valían por su "pureza", sujetó la mano de su hija con fuerza. Elyan se cruzó de brazos y reacomodó el peso de su cuerpo, cambiándolo a la pierna izquierda mientras miraba con intensidad al hombre que había hablado, no podía estar hablando en serio.
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La Selección
RomanceEn un mundo donde los príncipes eligen a sus esposas mediante una competición, Evelyn hará todo lo posible por permanecer hasta el final. *Basada en las historias de Kiera Cass, pero cambiando los personajes y la trama ligeramente* Espero que te gu...