De Flores Y Espadas - Lucerys Velaryon

Mi perla de mar, Corlys

Esta versión es más cruel ahora.
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Corlys se había ganado su apodo como la serpiente marina cuando aún era joven y se le consideró un digno hombre antes que a la mayoría de hombres en la nobleza, hizo que su flota fuera la mejor de todo poniente y trajo orgullo para el trono de madera en marcaderiva, se casó con la mujer de sus sueños, una bella princesa de cabellos negros y ojos púrpuras la belleza de su mujer solo podía compararse con la ferocidad que está albergaba, tuvo dos hijos que amo con lo profundo de su alma y tuvo ambición para que su nombre y legado fuera contado y plasmado en la historia.

Pero nada de eso se comparaba con su perla de mar.

Leanor, su hijo que amaba como los cielos a las nubes y las estrellas a la luna, se caso con Rhaenyra la legítima heredera al trono, sabía que con eso podría morir y saber que su sangre había alcanzado el máximo poder de forma eventual, el trono de hierro, también supo que le daría su amada marcaderiva a otro legítimo heredero.

Leanor le escribía seguido, dos veces por luna, le contaba de la corte, de Kings Landing, el rey había sido bueno con Leanor tendiendo su ala para cubrirlo de las malas lenguas, Rhaenyra fue una buena esposa y cuidaba a una de sus más grandes posesiones con fiereza.

Cuando Leonor le contó de su primogénito, un varón de cabellos oscuros y ojos también de un tono café, con "la piel pálida de mi amada madre" Corlys corrió por todo marcaderiva para buscar a Rhaenys y darle las buenas nuevas, hubiera querido conocer a su primer nieto, pero justo dos días después tuvo que partir a ashai a resolver un problema de comercio, el asunto se fue atrasando debido a la agenda apretada del señor de marcaderiva y la nueva paternidad de su hijo.

Leanor le pedía consejos que calentaban su corazón, "papá ¿Cómo tengo que sostener a mi hijo para sumergirlo sin causarle daño? Quiero seguir las tradiciones de nuestra casa y que conozca el mar una luna después de nacer como yo y Laena, como tú y mi tío, como tu padre y el padre de este", "Padre, seguí tu consejo y es un placer informarte que cumplí con la tradición de nuestra casa, mi hijo, tu nieto crecerá grande y fuerte con la sal en sus venas y el mar en su alma, como un Velaryon digno", "Padre, el huevo de Jacaerys no ha eclosionado las malas lenguas se levantan contra mi hijo, un bebé de dos lunas ¿Cómo puedo protegerlo de esto? Busco tu consejo mi amado padre, usted siempre sabe qué hacer"

Corlys nunca dudo de la legitimidad de sus hijos, ni cuando los rumores llegaron a marcaderiva y se susurraba "bastardo Strong" cortó aquellas lenguas y siguió aconsejando a su amado hijo.

Con Laena al otro lado del mar Angosto la comunicación era más difícil, pero poco menos de un año le llegaron mejores noticias, su preciosa y única hija la más bella de entre todas las rosas, había traído a una bebé saludable, Rhaena Targaryen.

Luego llegó al mundo Baela, y pronto Corlys tenía 3 nietos, el mejor legado que dejaba en este mundo no eran sus viajes, las arcas de oro en marcaderiva o sus mejorías, era la sangre que corría en las venas de esos niños en sus mejillas suaves y ojos oscuros que anhelaba conocer.

Un año después, llegó una carta que Corlys tiene bajo llave en un cofre de Myr, dónde guarda sus objetos más preciados, su hijo le informaba de otro varón, "Lucerys Velaryon, este es el heredero que llevará el nombre de nuestra casa en lo alto, la arena en su sangre es caliente, puedo sentirlo aunque solo tiene unas pocas horas de llegar a mis brazos, sé que está mal tener una preferencia entre los hijos, pero padre, el calor que me produce tenerlo conmigo se compara solo al calor que me proporciona el mar sobre mis mejillas, ¿Cómo se puede amar tanto a un hijo? ¿Tú nos amas a mi hermana y mi con esta fuerza?" Corlys corrió por todo marcaderiva dando saltos y organizando un banquete, un nieto más que lleva su sangre en las venas.