un lazo roto, Arrax

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Arrax es pequeño para su edad, ve a otros dragones como su hermano Vermax que tiene casi su misma edad y le dobla el tamaño, su mami Syrax es pequeña y aun así es enorme comparada con él, ni siquiera es más grande que el cuello de caraxes, su papá Seasmoke suele decirle que él también era tan pequeño a su edad, que un día cualquiera simplemente creció, lo calmo diciéndole que cuando su jinete creciera, él también lo haría.



Pero Arrax no sabe a lo que se refiere su papá, su jinete, un niño precioso de ojos azules con quién comparte el mismo temple, también es pequeño igual que él, pero Lucerys suele darle besitos en su cabeza cuando nadie ve y le trae siempre melones por qué Arrax ama los melones, aunque los dos acordaron mantenerlo en secreto por qué se supone que los dragones no comen fruta.



Arrax recuerda que cuando salió del cascarón lo primero que vio fue algo negro, con curiosidad volteó su cabecita y se encontró con algo blanco, enfocando su vista miro que esa cosa blanca tenía ojos y lo estaba viendo directamente.



La cosa blanca con ojos tenía algo que él no sabía que era, pero era de un color oscuro, la estiró y de inmediato vio más de ese color adentro, escucho un ruido y ese ruido le gustó.



Luego el ruidito creció más y más hasta que Arrax también lo imitó y pronto ambos estaban haciendo un gran escándalo que hizo que Rhaenyra estuviera enternecida.



No todos los días ves a un bebé y una cría de dragón reírse a carcajadas.



El dragoncito nacarado dormía al costado de la pequeña masa blanca, se mantuvieron juntos día y noche hasta que la masa blanca podía hablarle y caminar.



—¡Adax! ¡Adax!— la pequeña mata de rizos castaños se asomó en los aposentos, dando saltitos por toda la habitación hasta llegar a la cama donde empezó a sacar las almohadas — ¡Adax! ¡Adax! ¡Ye voy enconta! ¡Adax!— el bebé de 2 días del nombre frunció el ceño, ¡Adax no estaba en la cama! ¿Dónde se escondió esta vez su dadon?



Escuchó un pequeño ruidito que sonaba muy parecido al ruido que su dadon hacía cuando se reía junto a él, miro detrás de la puerta y se encontró con el dragón travieso.



—¡Adax!, ¡Ahí ta! — comenzó a inundar la habitación de sus calidas risita, el dragoncito bebe también dio chillidos de alegría.



Cuando un día su jinete lo llevo a un lugar el cual era cálido y oscuro, de alguna manera no se sentía solo, aunque no mirara nada.



Lucerys le dijo como un niño de 2 años puede explicarle a su dragón, que esté era su nuevo hogar, por qué ya era muy grande para Lucerys pero muy pequeño para los otros dragones.



Se llama pozo dragón.



Lucerys iba todos los días a acariciar al dragón bebé, cómo podía le contaba cosas y el dragoncito solo quería que le diera besitos en su cabecita y le acariciara su espalda.



Arrax conoció a Syrax primero, la dragona era extremadamente grande para él, amarilla y de calor abrasante, Arrax sintió miedo por un segundo, pero al ver los ojos de la amarillenta bestia, reconoció que está, lo miraba de la misma forma que su jinete, con cariño.



Luego de que Syrax le explicará que venía de él y ella era su madre (y le explicará que era una mamá), conoció a un dragón que tenía el mismo tono de piel que él, blanco y con puntas rojas, él era blanco y con puntas doradas, Arrax supo que ese tenía que ser el papá del que su mamá le había hablado.



De Flores Y Espadas - Lucerys Velaryon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora