20, Maridos, soldados y alivio , Lucerys

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Es por esto que se casó con Torgo Nudho.

Hace años, cuando su tía abuela le dio tantas opciones de boda, cuándo Arthur se ofreció para darle un lugar digno, cuando él mismo Jaime Lannister le suplicó casarse con el, lo habían considerado un loco, un desequilibrado, alguien que caminaba directo a una muerte segura. Más de uno quiso forzar un divorcio entre ambos.

Pero el dilema con los otros era que ellos iban a controlarlo, a él, a sus hijos, con quien hablaba, cuando salía, que comía, que vestía, todo. Su tía Saera le llama amor, protección, pero es control, control de la situación ¿De que sirve estar en escrutinio diario durante toda su vida? ¿Es esa la vida que le dará a sus hijos? Su tía quería conservarlo, no cuidarlo, mantenerlo vivo a cualquier precio, aunque ese fuera dejarlo muerto en vida.

Arthur y Jaime vienen desde el mero amor fraterno, más como el infinito amor de un hermano, un amigo, como cuando tu amigo tiene una enfermedad y te ofreces a cuidarlo con el riesgo de contagiarte, la enfermedad en este caso, son los Targaryen y si los contagia, morirían, no puede sacrificar la vida de esos hombres, de sus amigos y hermanos.

Sin embargo, Torgo Nudho está lejos de verse como un hermano o un amigo a ojos de Lucerys, un hombre fuerte que siempre le atrajo, lo supo, desde que lo vio un hombre con tal fortaleza era lo que necesitaba, por que aveces, sólo aveces, él no quiere ser El Fuerte, Lucerys no quiere tener el mundo en sus hombros. Muchas veces sólo quiere sentarse y que alguien más le traiga la solución, una solución real, algo que esté de acuerdo con su pensamiento de vida, que sin decir algo él ya sepa lo que necesita.

Torgo Nudho es ese hombre.

Si, no puede luchar contra dragones, no es inmune al fuego, no tiene un reino ni un castillo que sus hijos puedan heredar, pero tiene seguridad, tiene alivio.

Ve como los inmaculados mueven cosas de su casa, eliminando todo rastro de ellos, no rompiendo ni tirando, guardando y recolectado, fotos, tazas, juguetes, cualquiera que entre mañana a la casa no encontrará nada. Pensara que es una casa más del montón, sus hijos fueron trasladados como primer acto, están resguardados en la casa de la jungla. Lucerys sólo supervisa que todo esté bien, en orden.

— Siempre pensé que este día nunca llegaría.

— ¿Enserio? La mayoría esperaría este día con ansia, Daario.

— Estas un poco frío ¿No crees?. No, no esperaba este día, como dije antes pensé que nunca llegaría.

— Precisamente, ¿qué?

— La muerte. Cuando eres un mercader como los segundos hijos o un soldado forjado en hierro como los inmaculados, esperas cualquier cosa, cualquiera, menos el día en que la muerte te acompaña... te acompaña y no viene por ti. Las personas siempre dicen esta mierda sobre que todos moriremos tarde o temprano, pero nadie nunca te dicen cuando la muerte se pone de tu lado. Es impresionante.

—¿Qué quieres decir con esto, Daario? ¿Vas a matar a los dragones tu? ¿Acabarás con los Targaryen?

— ¿Quien dijo que sería yo? Ese hombre tuyo con el que te casaste, mi hermano. ¿Sabes lo que es, verdad? Un hombre de acciones, no te dirá que hizo, simplemente llegara aquí con la cabeza de un dragón, no importa si es una bestia o un hombre dragón, lo hará. A quien la muerte acompaña es a él, yo la siento por que estoy de su lado.

— Estas molesto entonces. Te desquitas conmigo.

— Cuando Torgo llamó, pensé que encontraría a una esposa atareada y a niños llorando, me encontré a unos cuartos vacíos y una fría momia, me preocupa como te estás tomando esto, ese hombre va a matar a alguien de tu familia, tu sangre, eso nos afectaría a cualquiera, incluso a ti.

De Flores Y Espadas - Lucerys Velaryon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora