De Flores Y Espadas - Lucerys Velaryon

Primeros amores y tormentos, Aemond

¿Si leyeron todas las etiquetas de la historia verdad? 👀

Agarrense que se viene.

Solo pequeños recuerdos de Aemond que cuentan lo que pasó de forma desordenada.

En esta versión me esforcé más en el amorío de Aemond y Lucerys
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Aemond careció de una buena infancia.

Su hermano mayor era un idiota que siempre lo molestaba, hermano al que su sobrino mayor le seguía las bromas, Helaena siempre estaba hablando de acertijos y jugaba con bichos, lo que dejaba las posibilidades de tener solo un amigo de su edad: Lucerys.

Pero era Lucerys mejor amigo que sus hermanos o sobrino, era fiel y siempre que no estaba caminando tras de su abuelo o en brazos de su madre, Lucerys lo miraba a él con sus grandes ojos azules, su boquita en una sonrisa y Balerion en sus manos.

Era un alivió para su afligido corazón, cuando sentía que las bromas sobre dragones o que no era un digno Targaryen por no tener un dragón, lo abrumaron hasta las lágrimas podría entonces mirar hacía abajo y se daba de lleno con el cielo en el rostro inocentemente dulce de su pequeño sobrino.

Aemond no tenía dragón y no podía volar sobre éste, no había nunca subido a los cielos y domarlos pero para él que no tenía dragón, Lucerys era un pedacito de cielo al que sí podía acceder, con dragón o sin él.

Aemond era inteligente, leía mucho y analiza varias de las situaciones que le rodean, pero nunca se preguntó el por qué los cabellos de su sobrino que eran hilos de chocolate rizado no eran igual a sus lacios hilos de plata, tampoco le pareció importante y no cuestionaba el por qué los hermosos ojos azules de él eran azules.

Su madre había plantado una pequeña semilla de duda en su corazón.

-Escucha estás palabras hijo mío, los hijos de Rhaenyra vienen todos del pecado, son demonios que no tienen buen corazón y no dudarán en causarte daño, no quiero que esto pasé así que haz caso a esta orden, mantente alejado de ellos aleja a tu hermano mayor de ellos, me temo que Aegon no tomó mis palabras como la verdad que son.

Bastardos.

Aemond no lo había visto mal, se supone que la línea de sucesión va por Rhaenyra ¿No? Si sus hijos son bastardos pero ella los trae en todo caso no serían bastardos para la línea que sigue en la corona...

Aemond no creyó del todo en las palabras de su madre, Lucerys quien tenía el cielo que Aemond tanto deseaba surcar ¿De mal corazón? ¿El niño que corre con su dragón de madera a todos lados?

Tal vez por ello dudo de las palabras de su madre, por qué Aemond no quería creer que su único amigo, su sobrino de mirada azulada fuera alguien de mal corazón, al final del día Aemond solo tenía a Lucerys.

Su fe ciega en el menor de sus sobrinos duró poco. Una semana después sucedió la broma del pavor rosa.

Cuando Aemond vio el cerdo con alas que Jacaerys había traído, salió corriendo.