El gæ

Capítulo 38

New york tres años atrás

—No esperaba que vinieses —Jihyo dijo viendo por el ventanal.

—No fue fácil escapar de las normativas de mis padres, pero aún así sabes que te aprecian —Taehyung habló.

—¿Siguen molestos por lo que pasó hace años? —Preguntó, esta vez girándose hacia él.

—Fue un accidente donde pensábamos escapar, es un milagro que estemos vivos, no como él —Le recordó.

—Mi querido tae, tan ingenuo de corazón, eso solo fue un accidente, no es nuestra culpa que quisiera coger en esos momentos, tampoco que el auto lo aplastase casi todo, por suerte aún se podía reconocer —Sonrió.

—Prefiero no hablar sobre su muerte —Dijo.

—Eres demasiado delicado con ese tema, pero no deberíamos hablar de eso, tienes razón. Pensemos que estas aquí conmigo y podemos hacer muchas cosas, de seguro extrañas el sexo conmigo, las cosas en corea deben ser un poco aburridas si viniste hasta acá —Sonrió.

—Siempre vuelvo a ti, lo sabes —Mencionó.

—Es cierto, eres fiel a tu ama —Sonrió llevando sus manos al cuello de Taehyung.

Los dos se recibieron con un beso, no habia amor, pero siempre volvían a lo mismo, desde que Jihyo dejó corea Taehyung siempre buscaba una excusa para verla, su madre amaba a la chica, en su lugar el señor Kim le tenia un aprecio por conocer a su familia, pero sabía bien que la relación de su hijo menor con ella era dañina, para ambos, el estar juntos solo significaba destrucción mutua y a todo o todos los que estuviesen cerca de ellos; pero Taehyung lo habia dicho, siempre volvía a ella, era algo que sentía que no podía cambiar, simplemente tenía que pasar.

—Deberíamos salir a comer algo, luego ir de compras y más tarde de eso podemos coger en tu hotel —Jihyo habló con una sonrisa.

—Tenemos tiempo de sobra para coger, deberíamos aprovechar tu linda oficina para hacerlo, que t u secretaria nos escuche y riegue el chisme que te coges a tus visitas —Habló.

—Eres tan sucio que me encantas, Kim Taehyung —Dijo. —Deberíamos buscar a alguien que te guste para que hagamos nuevamente nuestro trio, me encantaría verte coger a alguien mientras me chupas las tetas —Dijo dejando pequeños besos en su cuello.

—No soy solo yo el sucio en todo esto —Le recordó.

—Quizás deberíamos coger aquí y salir de mi oficina para incitar a mi secretaria y se nos una, puedes metérnosla a ambas mientras nos besamos, así se correría más la voz y tus padre probablemente piensen que somos la peor basura del mundo —Dijo

—Mi amor, ya somos la peor basura del mundo, por eso siempre volvemos y nos encontramos —Sonrió.