OS Wandanat

Scarlett y Elizabeth

¿Vieron a Lilly en los Oscars? Se veía fenomenal, aunque la realidad es que siempre lo está.

Amé las fotos que salieron y las caras de nuestro Robbie querido. Yo amo mucho a ese hombre.

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Elizabeth.

Scarlett está preparándose para acompañarme al lanzamiento de Love and Death y aunque prácticamente le rogué por que no fuésemos, ella insistió en que debíamos estar ahí porque es nuevo proyecto mío que debemos celebrar como me merezco y otras cosas. Mamá y mi rubia se han estado poniendo se acuerdo en que si, el año que viene, no me nominan a un Oscar, entonces no saben lo que busca la Academia para galardonar. Como siempre, mi esposa me halaga con mi trabajo y ella únicamente ha visto el tráiler como todos los demás mortales, pues dice que quiere verla cuando se estrene oficialmente y no terminar spoleiando a todos nuestro conocidos.

Volviendo al tema de la alfombra, no es que sea una mal agradecida con el reconocimiento, —todo lo contrario— agradezco a diario por el gran trabajo que tengo, los seguidores que nos apoyan día con día y la disponibilidad, pero en eventos como este mi batería social se apaga rápidamente y me de pasar decirle a Scar que nos vayamos porque sé que ella disfruta de estar hablando con la gente que nos conoce y apoya, pero no es lo mío. Desde mi punto de vista, realmente admiro mucho a Scarlett por haber asistido a tantas y sin haber muerto en el intento.

Desde que mi ansiedad social fue diagnosticada, mi dulce y atenta esposa siempre se preocupa por mi bienestar, me pregunta si me siento cómoda, si quiero o no hablar con los grupos masivos de paparazzies que se acercan a nosotras hambrientos de crítica y/o drama, si quiero irme o permanecer y no digo que antes no lo hiciera; lo hacía. Pero ahora es más atenta y me hace sentir verdaderamente protegida porque no importa a donde vaya si ella está a mi lado. 

— ¿En qué tanto piensa esa cabecita hermosa?— preguntó Scar apareciendo en una bata de baño y con una toalla en la cabeza, está secando sus mechones dorados.

— Na... Nada interesante— contesté cuando pude articular palabra. Su bata de baño está a nada de liberar sus senos, joder.

— ¿Qué? ¿Me veo mal sin maquillaje ni vestidos extravagantes?— preguntó sonriéndome tontamente a propósito. Sabe cuales son mis debilidades, maldita sea.

— No, no. Es todo lo contrario, en realidad— susurré recorriendo su cuerpo con mi mirada. Tragué seco.

— Cierra la boca, babosa— murmuró mi maquillista.

—Oh, cállate. Ya quisieras tú una esposa así— reclamé. Mi maravillosa mujer golpeó levemente mi brazo.

— Elizabeth—me regañó.

— ¿Qué? Él empezó— me excusé apuntándolo. Giraron los ojos.

Él comenzó a verme burlescamente. Le saqué la lengua.

— ¡Elizabeth, sigo viéndote!— gruñó Scarlett.

—Te regañó tu noviecita, Chase— habló el hombre a mi lado.

— ¡Scarlett, Robert me está molestando!— me quejé. Arnett levantó las manos en rendición.

—Silencio, ambos. Dense prisa o no llegaremos a tiempo— nos retó a los dos.

—Mejor por mí— le susurré a Robbie.

— Te escuché, Olsen— murmuró preparando las cosas para cuando comenzaran a alistarla.

— Olsen-Johansson, mi amor. Ya no soy solo Olsen— hablé y Scarlett sonrió. Ama que le recuerde que somos esposas ahora.

Nos casamos hace apenas un año y en realidad no puedo creer que estamos casadas. Scarlett siempre había sido mi amor platónico desde que tengo uso de razón y cuando la conocí en Age of Ultron sentí que me moriría en cualquier momento y ahora puedo decirle a aquella Lizzie que su mayor amor ilógico es su esposa y está esperando para ser arreglada e ir junto a mí a una premiere.