OS Wandanat

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"Special New Year Eve"

Natasha.

— ¡Wanda, ya alisté las maletas para que nos vayamos!— grité desde arriba en la habitación principal de la cabaña.

Mi esposa y yo estábamos terminando de tener nuestras vacaciones de invierno luego de casi un año entero trabajando sin parar y nos íbamos a regresar a Nueva York de Aspen para pasar el año nuevo con la familia de Wanda. Escuché los pasos de mi brujita acercándose a la habitación.

Y es que Wanda tiene una manera de caminar peculiar, camina muy suavemente pero puedo escuchar perfecto cada uno de sus pasos sin necesidad de estar concentrada en ello. Es raro.

— No nos podremos ir, cariño— habló Wanda con el perfil bajo.

— ¿Por qué?

— Algunas calles están cerradas por la nieve y los aeropuertos igual, las pistas de aterrizaje y despegue están completamente obstruidas por lo densa que cayó la nieve este año. La aerolínea ha mandado un correo pidiendo disculpas y diciendo que en cuanto deje de nevar podremos tomar nuestros sin mayor problema. Según los reportes de los meteorólogos, esto podría pasar hasta de dos a cinco días— hice una mueca. Sé lo mucho que le hacía ilusión a Wanda pasar las fiestas con su familia.

— Pero hoy es noche vieja y ya habíamos comprado las cosas— Wanda suspiró y alzó los hombros.

 — Pues sí, pero creo que no hay nada más que hacer, son cuestiones de la naturaleza. Probablemente podamos cocinar algo aquí para que no pase por desapercibido.

— ¿Y qué haremos en todo este tempo extra solas?— pregunté sugerentemente, ella rió.

— Primero que nada, rentar por más tiempo la cabaña o nos quedaremos sin lugar en donde dormir hasta que podamos irnos, luego le avisaré a mi padre que no llegaremos a tiempo y tal vez más tarde podamos hacer lo que tienes en mente— asentí consecutivamente con una gran sonrisa en el rostro.

Mientras Wanda iba a arreglar las cosas de la cabaña y hablar con su padre para avisarle, yo fui a cocinar con lo que ya teníamos para la cena de hoy, aunque no fuera donde queríamos.

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Wanda. 10:30 p.m.

Muy seguramente Natasha se vestirá como si fuese a venir la mismísima princesa de España y yo no quiero verme con menos clase que ella, por lo que me puse el vestido que me pondría hoy en la cena familiar, solamente que con una sorpresa debajo.

Originalmente la había comprado para estrenarla en febrero, pero dadas las circunstancias creo que es una muy buena oportunidad para estrenarla ahora.

El menú de nuestra cena no era para nada ostentoso pues constaba de una lasaña, pasta al pesto, un poco de carne y un buen vino; sin olvidar el champán para brindar a las doce... Aunque eso es lo que Natasha cree que estaremos haciendo para las doce.

Mi pelirroja favorita entró a la habitación con una camisa blanca de manga larga, pero levemente arremangada y abierta de los primeros tres botones, por lo que se le veía el inicio de los senos, con un pantalón negro de líneas verticales blancas. 

Creo que me están temblando las piernas.

Yo me puse un vestido blanco de satín con unas aberturas a los costados que iban desde el fin de mis senos hasta el inicio de mi espalda baja, dejando ver un poco de mi braga negra de encaje, por lo que en cuanto Natasha lo vio, se volvió completamente loca.