OS Wandanat

Wandanat

Special "Nat's birthday"

Natasha.

— Natasha, amor, apúrate— pidió Wanda.

— No entiendo porqué debemos ir. No les pedí que lo hicieran— murmuré saliendo de la habitación con la camisa a medio abotonar.

Wanda jaló el cuello de la prenda y quitó mis manos, comenzando a abrochar ella los botones que faltaban.

— Pero ellos lo hicieron porque te quieren, Nat. Malina, papá y Alexei llevan planeando esto para ti desde hace exactamente dos meses— confesó mirándome fijamente aún realizando su tarea anterior.

— Sabes que yo sería feliz únicamente contigo desnuda bajo mi cuerpo— comencé a acariciar sus caderas intentando convencerla.

— Sé lo que intentas y no, no lo lograrás. Ya estamos llegando tarde y no permitiré tardar más... Además, Yelena no merece eso— abrí los ojos como platos y ella cerró los suyos encogiéndose los hombros y tapando su boca.

— ¿Yelena vendrá?— pregunté entusiasmada.

Mi hermana menor está estudiando la carrera en Yale, aún le faltan unos cuantos años, tal vez dos, pero al estar en una universidad tan demandada académicamente, contrabajo encuentra espacios entre su itinerario para llamar o mensajearme. Estoy tan feliz.

— Sí, cariño. Kate también viene, junto a su mejor amigo, Peter. Tony se tomó algunos días libres y viajó hasta aquí con Pepper y Morgan.

— ¿Stark tomando días de descanso? Eso es nuevo.

Tony desde siempre ha amado su trabajo con locura, tanto que a veces descuidaba demasiado a mi segunda pelirroja favorita —claramente la primera siempre será Wanda— y eso atrajo muchos problemas en su relación que fueron deteriolándola poco a poco, hasta que Pepper decidió comprar boletos de avión y hospedaje en una cabaña cerca de Grecia... Cuando regresaron, Potts-Stark estaba embarazada... Raro. No quiero ni imaginarme a sus pobres vecinos y lo que debieron haber escuchado.

—Ya ves, aquel viaje lejos de Nueva York le abrió la mente a Tony. Steve, Emma y Peggy también viajaron. Pietro y Clint volvieron de su luna de miel para ayudarnos con la decoración y demás. Thor incluso trae a Jane y al rey Valkyrie de Asgard— terminó de enumerarme a todos y cada uno de los invitados.

Aunque me caiga mal Peggy, estoy fascinada con su hija pequeña, Emma. Es un amor de ser humano, de grande quiero ser como ella.

— Pues vamos, supongo.

(...)

— ¡Ahí está la preciosa cumpleañera!— Yelena llegó corriendo hacia mí y yo hacia ella.

Extendí mis brazos y nos fundimos en un lindo abrazo, largo y significativo, así como nuestra relación.

— Te extrañé tanto. Nadie ahí más que Kate entienden mi sentido del humor o mis chistes tanto como tú, no hay a quién pueda contarle curiosidades del mundo.

— Es que una Natasha como yo, es imposible encontrarla dos veces— murmuré sonriente. Mi esposa asintió— También te extrañé, Wanda no me deja usar las pantuflas que dejaste en casa o leer tus cómics porque dice que son única y exclusivamente tuyos, tampoco me cocina de esas galletas que te hace a ti. Es algo aburrida cuando no estás.

Kate y Wanda nos veían orgullosas y expectantes, a la par que hablaban de lo extremadamente desgastante y divertido que era cuidar de dos Romanoff-Belova.

— Yels... Yo también quiero abrazar a Nat— susurró mamá tocando su brazo. Nos separamos y abracé a mamá.

— ¿Es porque soy adoptada, verdad?— bromeó Yelena.