OS Wandanat

Wandanat

'Pie and a coffee'

Natasha.

No puedo con el trabajo que me han marcado para hacer. Entré nuevamente a la cafetería a la que llevo acudiendo una semana entera.

- Esto se está convirtiendo en un hábito- habló la misma chica que lleva atendiéndome desde el primer día que entré.

Según su gafete, se llama Wanda. Un muy lindo nombre.

- ¿Pan y café como siempre?- preguntó sonriente.

Wanda es verdaderamente linda. He pensado en invitarla a salir desde hace unos días ya que, -según lo que he visto- no es muy heterosexual que digamos.

- ¿Hay algo que no haya probado?

- Bueno... Hay un nuevo postre que ha salido ayer: Pastel de arándanos relleno de mermelada de fresa- contestó Wanda.

Sus mejillas son adornadas por pequeños lunares... Me recuerdan a las estrellas que adornan el cielo nocturno.

- ¿Te gustaría probarlo?

- ¿Por qué no? Sería eso y el café de siempre.

- Perfecto- lo apuntó en su pequeña libreta y fue tras la barra para preparar lo que le pedí.

Luego de unos minutos, Wanda volvió con una bolsa de papel en la mano y el café que le he pedido.

- ¿Algo más?- preguntó dejando mis orden en la mesa.

Tal vez sea hora de preguntar... Es ahora o nunca.

- ¿Qué tal una cena?

- Lo siento, pero cerramos a las cinco de la tarde- comentó despistada.

- Contigo- susurré.

Por algún extraño magnetismo, cada vez estábamos más cerca.

- Oh...- suspiró con sorpresa- Mi última relación terminó algo mal, entonces realmente no estoy en el mercado para tener una relación. No ahora.

- Puedes decir que no ahora... Pero no dejaré de preguntar- le extendí un billete y salí del local con mi pedido en mano.

---------------

Wanda.

La chica pelirroja no ha dejado de venir a la cafetería y la semana pasada ha preguntado nuevamente si le concedería una cita... He estado pensando y ya va siendo hora de olvidar mi última relación con Visión y ver más probabilidades.

La campana de la puerta sonó en punto de las diez de la mañana.

- Buenos días- saludó la chica.

Su cabello está levemente ondulado y cae sobre sus hombros. Su traje de ejecutiva solo resalta más su hermosa figura. Es muy linda.

- Buenos días. ¿Lo mismo de siempre?- ella asintió y fue a sentarse a la misma mesa en el rincón donde siempre suele ubicarse.

Empaqué su pan con arándanos en la bolsa de papel y serví su café. Me acerqué a la mesa y ella tenía su computador fuera... Parece que tendrá una reunión dentro de poco.

- Gracias- sonrió dejando ver su perfecta sonrisa y atendió el teléfono.

La cafetería no suele estar llena a menudo, es más para gente a la que le gusta estudiar o trabajar en un ambiente hogareño... O eso dice mi padre, el dueño.

- He hablado con Rogers acerca de esto, no puede ser que siga sin entender- habló la pelirroja misteriosa.

Usualmente la llamo N, puesto que tiene un collar con esa inicial.