Dejé mi corazón en La Tierra Media.

7.Rivendel

-Gandalf-Dije colocándome junto al mago, que iba encabezando la marcha-¿Hacia donde se supone que vamos?

-Mi querida Leilani-Dijo sujetando su bastón con la otra mano-Los Trolls no pueden desplazarse de día...

-Oh claro, hay una cueva-Que tonta, se me había olvidado-¿Lo oléis? Seguro que es por aquí.

Llegamos a una cueva no muy profunda, en la cual el olor era insoportable y las moscas volaban por todas partes. Debía de ser por los múltiples cadáveres (o más bien restos de cadáveres) que se apilaban en la entrada.

-¡Bingo!-Dije mientras los demás entraban detrás de mi quejándose por la peste.

-Es un botín de Trolls, cuidado con lo que tocáis-Avisó Gandalf.

-Vaya-Dijo Bofur-Sería una pena dejar todo este oro aquí.

-Se lo podría llevar cualquiera-Intervino Glóin-Nori, trae una pala.

Cada cual miraba por algún rincón. Aquello estaba repleto De tesoros. Me detuve justo al lado de Kili. Entonces se me escaparon un par de lágrimas al ver unos hermosos vestidos colgados en la pared, serían de sus víctimas. Pero lo que realmente me causó tristeza fue una muñeca de trapo sentada en una silla. La sostuve entre mis manos, no creo que en sus ratos libres a los Trolls les gustase jugar con muñecas. Debía de ser de una niña, lo cual significaba que también la habían matado.

Kili me rodeó con su brazo y me acarició la cabeza-Tran-kili-ta Lani-Susurró-Estoy contigo-Consiguió sacarme una sonrisa, que le agradecí.

-Ey Leilani-Fili me llamó-Mira lo que he encontrado. Me acerqué a él y vi que tenía un precioso arco en las manos-¿Estabas llorando? Kili, ¿Qué le has hecho?

-El no me ha hecho nada-Reí ante su tono de hermano sobreprotector- Creo que me ha entrado algo en el ojo-Intenté quitarle hierro al asunto-Vaya-Le arrebaté el arco de las manos fascinada, y de repente un montón de datos me vinieron a la cabeza- Es Gilthoniel. Este arco proviene del reino élfico del Bosque Verde. Su nombre significa muerte susurrante, pues cuando una flecha era disparada por él, lo único que su víctima oía, era un susurro. O eso dicen.

-¿Y cómo sabes tú todo eso?-Preguntó Fili.

-Yo... Pues no tengo ni idea-Reímos. Pero en serio que no lo sabía. Simplemente me salió.

Thorin y Gandalf buscaban por otro lado, cuando Escudo de Roble se detuvo y cogió una espada llena de polvo y telarañas. Se quedó estupefacto contemplándola-Estas espadas no son obras de ningún Troll-Le dio otra al mago.

-Ni de ningún herrero humano-Desenvainó un poco la espada que el Enano le había dado-Han sido forjadas en Gondolin. Por los Altos Elfos de la Primera Edad-Al oir eso, Thorin miró el arma con asco, pues aún sentía odio por aquella raza. Se detuvo al oir lo último que dijo el mago-No hay un acero mejor.