Mientras los demás cargaban los ponis de provisiones, yo recogí mi cosas y tardé un rato buscando mi cuaderno. Seguro que se me había perdido por alguna parte del establo, pero no lo encontraba. Cuando cogí mi bolso para guardar las cosas me acordé de que Dwin estaba durmiendo dentro. Abrí la bolsa despacio y allí estaba echo una bolita. Lo dejé seguir durmiendo, guardé las cosas en otro sitio y salí.
Ya todos estaban subidos a los ponis así que hice lo mismo. Esta vez no hubo que compartir ninguno.
-¡Marchaos ya!-Dijo Beorn-Los que os persiguen no andan muy lejos.
Estuvimos al menos un día cabalgando sin descanso hasta que llegamos al Bosque Negro. Era terrible su apariencia, parecía estar muy enfermo. Aunque más que el bosque, lo que me preocupaba era Ofir. Desde que hablamos en los establos me esquivaba y ni me dirigía la palabra.
Gandalf desmontó y se acercó a la entrada del bosque.
-La Puerta Élfica-Dijo contemplándola. Se giró hacia nosotros y continuó hablando-Este es el camino que atraviesa el Bosque Negro-Miró a lo lejos y yo hice lo mismo. En lo alto de una pequeña colina estaba el enorme oso negro-Soltad los ponis. Que vuelvan con su dueño.
Bilbo se acercó al mago y preguntó:
-¿No hay otro camino? Este bosque parece enfermo. Es como si una enfermedad lo asolara.
-Sinos desviamos 200 millas al norte. O quizás el doble al sur-Dijo Gandalf. Acto seguido bajó los pequeños escalones para adentrarse un poco más.
-Eh Ofir-Pasó de mi y siguió con su poni-Eh, venga ya estoy hablando contigo. ¿Qué narices te pasa?-Estaba enfadándome.
-Tu sabrás lo que vas diciendo por ahí de mi-Me contestó.
-¿Pero de qué me estás hablando?
Sacó de un bolso algo envuelto en un paño, lo desenvolvió y pude ver que era mi cuaderno. Lo abrió y empezó a leer- "Reservado,reflexivo y desconfiado, Ofir tiene poca confianza en sí mismo y se repliega tras una fachada de frialdad, de distancia. Esta actitud puede interpretarse fácilmentecomo desdén. Solo el paso del tiempo y la paciencia harán que progrese en la vida y que se sociabilice. Su doble sentimiento de inferioridad y de inseguridad le confiere un fondo de inquietud y de duda. Desconfía de lo imprevisto, de lo desconocido. Inmaduro y dependiente."-Cerró el libro y me lo lanzó de mala manera-¿Es eso lo que piensas de mi?.
Durante unos segundos lo miré sin poder creerme lo que había hecho-No puedo creer que me hayas robado-Dije sin dejar de mirarlo fijamente-Y no contento con eso, has violado mi intimidad. Eso es lo que pesaba de ti antes de conocerte-Hice una pausa-Y veo que no me equivoqué-Sin poder evitarlo empecé a llorar. El cielo se ennegreció y poco apoco empezó a llover. Lo último que le dije antes de alejarme fue-Te odio.
Bilbo (y seguramente toda la compañía) había oído la discusión de los dos jóvenes. Se habían pasado todo el viaje igual. El hobbit miró a Fíli y a Kíli, que lo miraban a él. Ellos eran los que siempre se encargaban de reconciliarlos. Se metió la mano en el bolsillo y agarró el anillo. Jugaba con él mientra miraba al mago adentrarse un poco más en el bosque.
En la entrada del Camino Élfico, Gandalf vio una estatua de La Dama Galadriel llena de enredaderas. Enseguida le vinieron a la mente sus palabras "Algo se mueve en la sombra sin ser visto" "Cuidado con el Nigromante, no es lo que parece". En seguida el mago arrancó las plantas que cubrían la estatua, y pintado en rojo encontró un símbolo oscuro. "Ve a las tumbas de las montañas".
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Dejé mi corazón en La Tierra Media.
Fanfiction¿Qué harías si por accidente entraras en tu historia preferida y supieras todo lo que va a pasar? Eso mismo le pasó a Leilani, una chica de 16 años normal y corriente que por lazo del destino acabó inmersa en las aventuras de la compañía de Escudo d...