PSÍQUICO

7. El Perro Guardian

Ese viernes en particular una semana después de lo ocurrido en la fábrica, estaba muy caluroso. Me encontraba en mi casa en mi mesa de dibujo, terminando un trabajo para una clase, mis manos hacían todo el trabajo, estaban algo así como en automático, mi cerebro estaba muy ocupado en todo la que había estado pasando, desde aquel día que hable con Tai, no le escrito más, me ha llamado en innumerables ocasiones claro, pero realmente no tengo ánimos de hablarle, ni siquiera de verlo, no podía mirarlo a la cara así de simple. Y es que por favor como justificarías, o te atreverías a insinuar una mera justificación para alguien como esa persona sea quien sea, no sabíamos nada de nuestro enemigo, solo que invocaba a monstruos que odiaban a las personas porque las creían indignas, como si ellos tuvieran algún poder sobre nuestras vidas que les permitieran juzgarnos, yo solo quería una cosa encontrarlo y acabarlo, y doña Liseth es otro tema ella solo ha justificado a Tai, se pone casi en una posición imparcial, pero igual decía que ella no creía que él fuera capaz de andar diciendo ese tipo de cosas, ella pensaba que tal vez no sabía cómo expresar su pregunta, adecuadamente.

Todo teníamos preguntas en realidad, pero hasta mi parecer eran las misma ¿Quién estaba detrás de estas conjuraciones y ¿cómo hacer para dejarlo en un ataúd sin posibilidad de que escape? Era una pregunta un poco difícil de contestar si se buscaba una respuesta rápida, pero era la pregunta más lógica que habría que hacer, mejor dicho, era la única pregunta que había que hacerse.

Durante un par de días Sofí y yo estuvimos hablando con vecinos de doña Liseth, claro tuvimos que mentir en todo momento, para sacar información, lo único que supimos es que doña Liseth se casó pero que su esposo había desaparecido sin dejar rastro, nació aquí en el país igual que su madre, su abuela no era de este país era de Argentina, pero se vino porque conoció a un Venezolano que la enamoro y él se la trajo para acá se casaron y tuvieron una sola hija el hombre murió a las cuarenta años de un infarto, dejando a su abuela viuda y a su madre huérfana, doña Liseth poco conoció a su abuelo, ella tendría como cinco años cuando el señor murió, su abuela murió unos veinte años después y su madre había muerto en el dos mil doce, nunca tuvo hijos su esposo despareció mucho antes de que pudieran llegar a esa etapa de su matrimonio; me quede asombrado de todo lo que sabían sus vecinos de ella, una mujer tan reservada como ella, y sus vecino sabían toda su vida familiar, no la conocían como tal, la mujer como dije era reservada pero si sabían cosas, que aunque no era muy esclarecedoras, nos proporcionaba una nueva perspectiva de quien era nuestra mentora. Aunque siendo francos estas personas deberían buscarse un hobby.

Tai fue un trabajo más arduo, que no arrojo muchos resultados, su padre era dueña de una clínica, era una persona amigable, un hombre respetable que era de origen extranjero, su único hijo nació en Estados Unidos pero eso es algo que yo sabía desde que lo conocí, de la madre nadie sabe nada, en lo absoluto y el padre no habla de su difunta esposa, claro nadie sabía que ella estaba muerta yo sí porque él me conto, de otra forma hubiera estado como otras personas, al parecer yo sabía incluso más que los vecino, una historia bastante opuesta de mi mentora.

Mi madre preguntaba algunas veces que donde estaba su nuevo yerno tuve que explicarle decenas de veces que yo nunca le di el sí Tai, pero ella insistía, al final la deje en su mundo, porque creo que termino agradándole más de lo que yo me imaginaba.

- En otras noticias, varios residentes de ciudad Guayana han informado a las autoridades sobre un canino de raza rottweiler, que anda por las calles atacando a los transeúntes que encuentra en su camino, aunque las autoridades mencionaron que se harían cargo de este problema, por las múltiples denuncias que se han hecho, anuncian que este no es el tipo de inconvenientes de los cuales se deberían hacer responsables, están rastreando al animal, informar a las personas que deben tener cuidado y que por favor se mantengan alejados de cualquier animal con dicha descripción, si lo ven llamar a las autoridades correspondientes.