26. ¿Sueño o amor?/ Metanoia (1° parte)

684 98 25
                                    

Todos estamos expuestos al cambio: cambio de vida, de pensar, de ser, de vivir o de ver la vida. El cambio de paradigmas es importante, se dice Jimin mientras camina hacia su primer día de clases de danza. Es importante porque, sin una bifurcación, estaríamos sujetos a una vida que transcurre en una línea delgada y aburrida. Jimin no quiere tener una vida así, lineal; desea bifurcaciones, enredos, curvas, pendientes e inclinaciones.

¿Le va a costar? ¡Por supuesto! Hasta el momento —y eso que aun no entra en la carrera que realmente desea—, le ha costado noches sin dormir por practicar para sentirse suficiente en danza. Le ha costado sudor, desmayos; le ha costado la relación con su padre. Que bueno, nunca han tenido una buena relación, pero ahora que ha tomado las riendas de su propia vida lo siente más distante. Su madre —quien lo acompañó ese primer día— le pidió que le diera tiempo de asimilar que su único hijo no quería seguir sus pasos.

—No debiste traerme —comentó apenado cuando llegaron a la entrada de la universidad.

Su madre lo sujetó del brazo para acomodar el tirante de su mochila sobre el hombro; peinó su cabello con ayuda de la palma de su mano y luego lo miró. Jimin se sintió como cuando tenía cinco años y ella lo llevó a su primer día de clases en su vida.

—Quiero que sientas mi apoyo —le acarició la mejilla—. No quiero que vuelvas a sentirte solo otra vez.

A pesar de que estaba nervioso, la nostalgia se combinó con la felicidad en su pecho. Se sentía demasiado bien.

—Gracias, ma'.

—Te quiero.

—Y yo a ti.

Jimin besó la mejilla de su madre a modo de despedida, para luego darse la vuelta y caminar hacia la siguiente ramificación que tomó la linealidad de su vida; estaba a nada de descubrir si sería curva, empinada, inclinada o laxa. Pero eso era lo divertido de la vida: no saberlo, descubrirlo. 

—¡Chim!

Encontró a su primo en la entrada junto a Hoseok. Ambos lo saludaron con el puño.

—¿Listo para tu primer día de clases?

Con la sonrisa más grande que tenía, respondió alegre:

—Preparado. 

—¡Eso es todo! —Hoseok le rodeó los hombros con un brazo.

—De ahora en adelante tendrás que hablarme de usted —comentó su primo cuando llegaron a su salón de clases.

—¿Y eso como por qué?

—Soy un año más grande que tú, al menos académicamente. 

—Ni se te ocurra —TaeHyung lo escuchó y luego soltó un golpe en el estómago de JungKook que hizo que retirara la gran sonrisa de malicia.

—Eso no es justo —se quejó Hoseok—. Yo siempre he sido mayor que ustedes y nunca me han hablado con respeto.

—Bueno, es que eres tan cool que a veces pensamos que eres tan joven como nosotros.

Al principio, Hoseok pareció estar conmovido, luego cayó en cuenta de que JungKook solo estaba jugando con él.

—¡Oye tú, pedazo de...!

—Basta —detuvo Jimin—. Me tengo que ir. Y ustedes igual. Nos vemos en los ratos libres.

—¡Claro!

—Bye, tonta.

Jimin observó cómo se alejaban hombro con hombro.

—Suerte —su mejor amigo se despidió con un beso en la esquina de su frente, él sacudió su mano para luego adentrarse al estudio que sería su salón. Sus manos cosquilleaban por los nervios pero su pecho se inflaba por la emoción de esa nueva etapa.

Una vez en una borrachera [YM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora