Extra NJ: X≠Y pero puede ser X=Z

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—Es por esto que debemos terminar.

NamJoon trata de mirar detenidamente al chico frente a él, entrecierra los ojos mientras analiza el rostro contrario.

—Está bien —se encogió de hombros.

—¿Cómo que está bien? ¿Tan fácil se te hace?

—Tú eres el que está terminando esta relación. ¿Qué quieres que haga?

—No lo sé, Nam. Al menos demuestra que te entristece cortar conmigo.

NamJoon llevó la pajita hasta sus labios y succionó lo que le queda de bebida; sacó su cartera para pagar con unos cuantos billetes por lo consumido. Un doctor tiene realmente poco tiempo para comer, no puede estar allí llorándole a quien ya decidió que no quiere estar con él.

—No puedo detenerte si ya decidiste que es mejor no seguir conmigo. Respeto tu decisión.

—Pero Nam —el otro se levantó de su propio asiento para tomar la manga de su camisa, evitando su huida de aquel restaurante—. ¿Ya no me quieres?

Soltó un suspiro.

—¿Qué quieres que haga? —lo miró de manera cansada—. Lo nuestro fue bueno, DoYun. Me hiciste feliz, pero ¿qué? ¿Quieres que te ruegue?

DoYun no supo qué responderle, así que NamJoon terminó por alejar la mano en su ropa de un tirón para poder seguir su andar de regreso al hospital. DoYun había sido bueno durante ese par de años de noviazgo. Se conocieron cuando él era practicante de medicina y DoYun era un enfermero de residencia tres años mayor. Sin embargo, como todo, aquella relación llegó a su fin.

Ni siquiera se le dio una razón válida. DoYun le dio la mísera excusa de que ya no eran lo mismo desde que había obtenido trabajo en el hospital al otro lado de la ciudad, casi no tenían tiempo para verse ya que NamJoon —al ser contratado al terminar sus prácticas en el lugar que DoYun había dejado atrás— se la pasaba todo el tiempo metido entre consultas.

Tal vez debió rogarle, se dijo a sí mismo mientras lograba divisar el hospital donde trabajaba desde el semáforo de la cuadra. Pero, ¿entonces qué? ¿Volvía a desvivirse por una relación donde el contrario ya decidió que quiere seguir sin él?

Tampoco está como para tirarse en un rincón y llorar por aquel tiempo donde amó y se permitió amar. Por jodida falta de tiempo.

DoYun era atractivo, era agradable. Era divertido estar a su lado, pero de un tiempo para acá había dejado de contestar sus mensajes, habían dejado de planear salidas, de desear verse como cuando se conocieron. Y, por más buena que fue su compañía en su momento, NamJoon no quiere regresar a un estado muerto junto a alguien que se siente aburrido a su lado. O que no lo quiere lo suficiente.

NamJoon aún recuerda cómo comenzó. Estaba en la zona de camillas, tratando de componer una donde, por accidente, había roto la llanta trasera. Murmuraba maldiciones para sí mismo, reprochándose por ser tan tonto, cuando alguien a su espalda tosió. Al girarse, encontró a un chico de mediana estatura, cabello rubio, ojos grandes y labios delgados.

—¿Necesitas ayuda? —le había preguntado aquel por quien había quedado flechado a primera vista.

Namjoon, tímido además de torpe, quiso negarse, pero DoYun rió mientras se sentaba a su lado para auxiliarlo. Desde luego, NamJoon se enamoró. Pasaron buenos momentos, algunos amargos y otros caóticos. A veces, cuando DoYun dormía desnudo a su lado, recordaba a SeokJin, pero se golpeaba mentalmente porque no tenía caso. Ellos habían dejado de verse hacía tanto.

Cuando el semáforo se puso en rojo para los autos, NamJoon comenzó a caminar hacia su lugar de trabajo. Iba viendo al cielo, no sabía definir siquiera lo que sentía por la repentina despedida. ¿A caso eso era dolor? ¿Tristeza? ¿O realmente le estaba dando igual perder a alguien que estuvo en su vida?

Una vez en una borrachera [YM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora